¿Qué debo tener en cuenta a la hora de comprar un portátil?
Hace más de una década que los ordenadores portátiles sustituyeron en gran medida a los de sobremesa como los preferidos por los usuarios. El descenso de sus precios, las grandes prestaciones que ofrecen, su versatilidad y el aumento de la duración de sus baterías, han ido convenciendo a una gran mayoría. Tanto es así, que en 2016 el número de portátiles vendidos dobló al de los ordenadores de sobremesa. Aun así, la elección no es tan sencilla como podría parecer, ya que son muchos los factores que pueden incidir en el momento de la compra.
De inicio, el precio
El precio es el principal condicionante a la hora de escoger un portátil, o, al menos, el que hace que el comprador conozca el rango de la gama en el que puede moverse. A partir de ahí, sus necesidades y las características de los ordenadores son las que irán acotando el proceso de selección y compra. “Es una tarea que en muchas ocasiones es más complicada de lo que puede parecer. Que un portátil reúna al mismo tiempo unas altas prestaciones de verdad y un buen precio, es un objetivo prácticamente imposible de alcanzar. Aunque esto no quiere decir que no se puedan comprar portátiles a buen precio que seguramente sean capaces de satisfacer todas o casi todas las necesidades de un usuario medio. Aun así, el cliente suele tener dudas y por eso el consejo de un vendedor experto resulta clave”, afirma Javier Salazar, técnico informático de PCBox. “El precio es el punto de partida y a partir de ahí, las necesidades y los gustos mandan. Eso sí, no son pocos los que acaban estirando un poco su presupuesto si perciben que el escalón superior al que pueden acceder merece la pena el esfuerzo”.
Hay precios para todos los bolsillos ya que se pueden encontrar portátiles desde poco más de 300 euros hasta los más altos de gama que superan los 2.000.
El sistema operativo
Windows y MacOS son los sistemas operativos dominantes en el mercado, con el primero como claro dominador en las ventas en todo el mundo. Salvo que el comprador sea un convencido de los ordenadores de Apple, bien por gusto o porque sus prestaciones se ajusten mejor a sus necesidades, lo más habitual es que un usuario medio se decante por el sistema operativo de Microsoft, que es el que corre en la mayoría de las marcas de ordenadores y cuyos precios abarcan un rango mucho mayor que en el caso de los Mac.
La pantalla
La mayoría de los portátiles del mercado llevan pantallas que van desde las 11 pulgadas de los más pequeños a los 17 de los más grandes. Pero el tamaño de la pantalla no solo afecta a cómo se ven las cosas en la misma, como explica Javier Salazar: “Una pantalla pequeña muestra los textos y las imágenes más reducidos, claro. Pero no solo hay que tener eso en cuenta cuando se fija la atención en las pantallas, porque el tamaño de las mismas implica que el portátil es también más reducido tanto en sus dimensiones como en su peso”.
Si el portátil va a ser utilizado prácticamente como un sobremesa, o apenas se le va a dar el uso de portabilidad, la pantalla de 15” es quizá la más recomendable porque aporta una buena visión para un usuario medio. Si lo que se busca es un equilibrio entre visión y portabilidad, entonces los portátiles con pantallas de 13” o 14” son los más recomendados. En el caso de que el comprador utilice el ordenador siempre fuera del trabajo o de casa, la ligereza y portabilidad de los portátiles de 11” son un plus muy a tener en cuenta. Para los diseñadores o aficionados a los juegos, se recomiendan las pantallas de 17” por su necesidad de contar con una visión óptima.
Si se busca un equilibrio entre visión y portabilidad, los portátiles con pantallas de 13” o 14” son los más recomendados.
En cuanto a la resolución de la pantalla, el estándar hoy en día es el HD (1366 x 768 píxeles) que llevan los portátiles de gama más baja y que es suficiente si la exigencia del usuario no es alta. A partir de ahí, las pantallas de hoy en día ofrecen un amplio abanico de posibilidades como señala Salazar: “La resolución Full HD (1920 x 1080) permite disfrutar de películas en calidad Blu-ray o disfrutar de juegos con todo detalle. Los Mac de Apple cuentan con un sistema llamado Retina y que duplican la resolución del HD, con un nivel de detalle excelente. Luego están los QHD, que son equiparables a los retina de Mac o incluso superiores en algunos casos, que están pensados para quienes se dedican al diseño y a los profesionales de la edición de fotografía, vídeo o gráficos. Y en la cima de las resoluciones, están las pantallas 4k Ultra HD, que tienen 4 veces los píxeles de una pantalla Full HD y en las que las imágenes se ven prácticamente como si fueran reales”.
El peso
Un aspecto muy a tener en cuenta, sobre todo, en los casos de mucha portabilidad. Los pesos de los portátiles han descendido mucho en los últimos años y así, los más ligeros se encuentran en torno a un kilogramo. Por su parte los más básicos suelen rondar los tres kilos. La diferencia puede parecer escasa pero en el caso de tener que cargar con él a diario de un sitio a otros, esos dos kilos se acaban notando.
La batería
Es un elemento del portátil que debe tenerse en cuenta en el momento de la compra, sobre todo cuando como apunta el experto de PCBox “el usuario va a utilizar el portátil fuera de casa o de su puesto de trabajo de manera habitual. Si este es el caso, recomendamos que la elección gire en torno a uno que ofrezca una duración de 7 u 8 horas sin carga como mínimo, porque en caso contrario, la portabilidad podría ser tan insuficiente como frustrante”.
Para los que van a utilizar el ordenador a modo de sobremesa de manera habitual, la duración de la batería no es, sin embargo, un aspecto determinante. Aun así, un portátil básico ofrece autonomías a partir de las cuatro horas.
El procesador
Los procesadores de los ordenadores funcionan como si fueran el cerebro de los mismos y van de la mano de la memoria RAM. La potencia de un procesador hace posible que un ordenador pueda más o menos programas en funcionamiento al mismo tiempo o la velocidad a la que pueden correr los mismos.
AMD e Intel son las dos marcas dominantes en el mercado y sus procesadores más potentes son el Core i7 y el FX, respectivamente. “El Core i7 y el FX manejan perfectamente situaciones multitarea, creaciones gráficas muy potentes y son también ideales para los gamers más exigentes. El Core i5 de Intel y los A10 y A8 de AMD son también procesadores con un rendimiento importante y conforman las gamas medias de estos fabricantes. Son los que montan la mayoría de los portátiles que se venden en un rango de precios entre los 600 y los 1.000 euros. Los más habituales”, relata el técnico de PCBox. “A partir de ahí, nos encontramos con el Core i3 y los A6 y A4, para aquellos que utilizan el portátil para navegar por internet, escuchar música o ver vídeos o las clásicas tareas de productividad. Más que suficientes para una gran mayoría de usuarios no profesionales”.
La memoria RAM
La RAM es una memoria que sirve para almacenar las instrucciones del procesador y otros datos que este necesite mientras son ejecutadas. Es, por tanto, una herramienta fundamental para la multitarea y un portátil será capaz de realizar más tareas de manera concurrente cuando mayor sea su memoria RAM.
“Hoy los portátiles más económicos llevan ya 4Gb de RAM, que son suficientes para los usuarios con necesidades más básicas. No obstante, recomiendo comprar –siempre que sea posible– un portátil con 8Gb de RAM porque la multitarea se lleva mucho mejor en este caso. Los portátiles de 16 y 32Gb de RAM están enfocados a usuarios más exigentes, gamers y profesionales de la imagen”, concluye Javier Salazar.
El almacenamiento
Lo más habitual es que un portátil cuente con 500 Gb de almacenamiento, capacidad que puede resultar suficiente para un usuario medio —y más aún desde que existe el almacenamiento en la nube—, aunque aquellos que cuentan con 1 Tb permiten olvidarse prácticamente de la capacidad del disco duro durante la vida útil del portátil.
En cualquier caso, más importante que la capacidad de almacenamiento es la velocidad con la que pueda disponer de los datos el usuario, tal y como explica Salazar: “Los discos duros tradicionales (HDD) han sido superados hace unos años por las memorias de estado sólido (SSD), que si bien son más caros, permiten que el ordenador accede a los datos a una velocidad mucho mayor. Una velocidad que se nota de verdad en el uso diario. Son memorias flash silenciosas, que permiten arrancar un sistema operativo en la mitad de tiempo respecto a un disco duro tradicional y que dan velocidades de escritura y lectura tres veces más rápidas que los HDD. En mi opinión, estamos ante uno de los puntos más relevantes a tener en cuenta a la hora de decidirse por un portátil”.