Por qué deberías crear tu CV social
El interés por trabajar para construir un mundo mejor desde el puesto de trabajo repercute cada vez más en el desarrollo profesional del individuo y en la activación de una inteligencia colectiva que transforma a las compañías.
Muchos institutos y facultades de Estados Unidos exigen a sus alumnos realizar un periodo obligatorio de servicios sociales para finalizar sus estudios. Este requisito se refleja en un apartado específico del expediente académico, bajo el título ‘Community Service Hours’ que después algunos trasladan al apartado de ‘Experiencia de voluntariado’ de sus perfiles de LinkedIn para continuar alimentándolo durante su trayectoria laboral. De este modo, estos profesionales cuentan con un currículum vitae social que resume su contribución a la comunidad, así como su compromiso con aquellas causas en las que puede echar una mano a otras personas.
Sin embargo, en muchos otros países, esta responsabilidad social no ha estado ligada de una forma tan estrecha a las vertientes académica y laboral. Al menos hasta hace poco, porque las cosas han empezado a cambiar. Buena parte de la culpa de esta nueva concienciación recae en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas como parte de su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una llamada universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. La ONU quiere conseguir estas metas antes de 2030 y para ayudar a lograrlo presentó en 2016 un Plan de acción en el que se incluyeron las actividades de voluntariado “como un medio importante para poner en práctica los ODS”.
Desde que se dieron a conocer, son muchas las compañías que han adoptado medidas para impulsar la consecución de esos objetivos y que han animado a sus plantillas a involucrarse en este reto de uno u otro modo. Pero ¿existe alguna manera de medir ese compromiso? ¿Es posible saber cuánto falta para llegar a la meta o si es necesario rectificar la trayectoria? ¿Se puede conocer la aportación de cada persona a un ODS concreto? ¿Cómo repercute el impacto social de un individuo en la marcha de la compañía para la que trabaja? Todas estas preguntas pueden responderse de manera eficaz gracias a plataformas digitales como Welever, una iniciativa de origen español que coordina el voluntariado en empresas, universidades, ONG y ciudades para alcanzar los ODS.
José Almansa, CEO y fundador de Welever, afirma que su propuesta persigue que los empleados, estudiantes y ciudadanos vayan mucho más allá del rol del puro voluntario y se conviertan en ‘social changers’, es decir, en personas capaces de promover de manera conjunta un cambio cultural a través de la activación de una inteligencia colectiva que transformará el mundo para hacerlo mejor. “Hasta ahora no era fácil calcular el impacto de cada individuo, pero como los ODS de Naciones Unidades son concretos, medibles y evaluables, el algoritmo de nuestra plataforma cualifica las horas dedicadas por cada persona para extraer su grado de contribución en la consecución de esos objetivos”, según Almansa.
Consejos para impulsar la carrera desde lo social
En el ámbito empresarial, a partir de esa información se genera, además de diversos informes corporativos, un currículum vitae social vinculado a cada empleado que haya participado en las acciones propuestas en Welever y que puede servir para impulsar las carreras profesionales. Almansa destaca los siguientes ejemplos:
- A la hora de reclutar nuevos empleados, los responsables de la selección se fijarán cada vez más en candidatos con un CV social que deje patente su responsabilidad para resolver los retos del planeta.
- Los datos de participación revelarán aquellos objetivos por los que la plantilla está más preocupada, así que será posible organizar iniciativas internas relacionadas con esas temáticas para profundizar en ellas. Y en el caso de que se descubra que los profesionales no están muy concienciados con algún ODS concreto, se les podrán ofrecer charlas informativas sobre él o acciones similares.
- Las compañías valorarán a los profesionales que hayan propuesto una iniciativa social, sobre todo si esta ha sido respaldada por muchos compañeros y ha generado impacto, lo cual quiere decir que esa persona es un intraemprendedor con dotes de liderazgo que además ha conseguido resultados con una idea.
- En función de lo anterior, se detectará el talento que permanecía latente y se asociará el impacto social con una recompensa inmediata. “Se descubrirá que ciertas personas, cuando algo les apasiona, son capaces de hacer que les sigan y generar un resultado. Por lo tanto, se les puede asignar un proyecto acorde a sus motivaciones y promocionarles internamente”, según Almansa.
- En definitiva, a partir del desarrollo de los CV sociales, dentro de las compañías será posible activar un espíritu innovador, creativo y responsable que conducirá a una transformación mediante la inteligencia colectiva, a un cambio de persona a persona.
En 2018, BBVA lanzará su primera Semana Global de Voluntariado, una iniciativa diseñada con varios objetivos. Por un lado, el de incrementar el porcentaje de empleados que se suman a actividades de este tipo en la organización, además de ayudar a desarrollar un equipo fuerte y con sentido de pertenencia en BBVA. Por otro, el proyecto ayudará al Grupo a desarrollar competencias y habilidades sociales y a involucrar a los empleados en los retos sociales actuales. Finalmente, la iniciativa forma parte de los esfuerzos de BBVA para contribuir a la implementación de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
Para facilitar a sus empleados a que se involucren y participen en acciones de voluntariado, BBVA ha establecido un acuerdo con la firma Welever. La ‘startup’ proporcionará una aplicación móvil a través de la cual los empleados de BBVA en todo el mundo podrán apuntarse a las actividades propuestas por BBVA, además de realizar sus propias propuestas de actividades.