De lo festivo a lo grotesco: el papel de la máscara en la pintura
La exposición ‘Máscaras. Metamorfosis de la edad moderna’, que se inaugura el 27 de julio en el Museo Carmen Thyssen de Málaga, propone un viaje en el tiempo para conocer la función de desfiguración del rostro humano que tiene la máscara en el arte moderno (1870-1970). La muestra estará abierta hasta el 10 de enero de 2021 y contará con préstamos de colecciones privadas como ‘Máscaras en el balcón’ de la Colección BBVA.
En el siglo XIX, las máscaras eran un elemento protagonista en la pintura, vinculado a lo festivo tradicional, al carnaval y a los disfraces. Los pintores españoles encontraban en los bailes de máscaras, por ejemplo, una temática idónea y accesible para crear obras decorativas que reflejaran las reuniones de la alta sociedad.
A finales de este siglo, la máscara comienza a estar asociada con la muerte y lo grotesco. Unos años más tarde, a principios del siglo XX, las máscaras de cultura tradicional no europea o etnográficas irrumpen como referencia en el trabajo del rostro. Rasgos simplificados, planos y ojos de cuencas vacías despersonalizan el rostro humano. Es así cómo estas se posicionan como un elemento transformador de la representación de la figura humana en el arte moderno; en concreto, en los movimientos del cubismo, dadaísmo, expresionismo y realismo.
'Máscaras en el balcón' (s.f.), Baldomero Romero Ressendi. Óleo sobre lienzo, 61,2x50,4 cm - Colección BBVA
La Colección BBVA contribuye a la muestra del museo Thyssen con el préstamo de ‘Máscaras en el balcón’ de Baldomero Romero Ressendi (Sevilla, 1922 – Madrid, 1977). El pequeño óleo sobre lienzo (61,2 x 50,4 cm) es una reinterpretación de la estampa de las majas en el balcón que inició Goya con ‘Majas al balcón’ (1812). Esta obra del maestro español sirvió de inspiración a otros autores como Eugenio Lucas y el impresionista Manet para crear ‘Majas al Balcón’ (1862) y ‘El Balcón’ (1968), respectivamente. Sin embargo, Romero Ressendi interpreta de forma única esta temática al tratar las figuras de un modo expresionista. Los personajes, cuyos rostros cubiertos con máscaras se encuentran deformados, adoptan un aspecto fantasmagórico que en algunos casos recuerda a la representación de la muerte.
La exposición propone al visitante un viaje a los siglos XIX y XX en el que conocer más sobre la máscara; un elemento que dio juego a autores del arte moderno para representar el espíritu festivo, pero también tenebroso de los personajes y escenarios que protagonizan sus pinturas.