Cumbre Iberoamericana: Igualdad de género y desarrollo sostenible, razones para el optimismo
“La igualdad de género no solo es un derecho humano básico, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible”, recuerda la Organización de las Naciones Unidas. Partiendo de esa premisa, el sector público y privado sigue buscando formas de acelerar el empoderamiento de la mujer, a menos de diez años de que se agote el plazo para cumplir con la Agenda 2030. Por eso, la igualdad de género sigue siendo protagonista en el Encuentro Empresarial Iberoamericano, antesala de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estados y de Gobierno.
La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), que atiende a 1,5 millones de mujeres en América Latina y que se ha convertido en líder mundial en empoderamiento de la mujer para el desarrollo, ha llevado su experiencia al panel: ‘Innovación y tecnología: catalizadoras para la igualdad de género’. “La FMBBVA se creó con el objetivo de promover el desarrollo sostenible en la región y, en estos años, hemos comprobado que los recursos destinados a apoyar a emprendedoras, acompañados de formación, tienen un impacto mayor en la sociedad”, ha señalado el director general de la Fundación, Javier M. Flores.
Durante su intervención, ha insistido en el papel transformador de las mujeres, que partiendo de menos consiguen más, y que destinan los beneficios de sus pequeños negocios a una mejor educación, salud y alimentación para los suyos: “Los hijos de las personas a las que atendemos son los que realmente van a tener oportunidades distintas de cara al futuro. Por ejemplo, en el acceso a la universidad”.
Precisamente, la educación ha sido uno de los temas recurrentes del panel, como base para conseguir la igualdad de género. Educación en el sentido más amplio, como comentaba la responsable de la Fundación Mujer Opina, Alejandra Castro, que también hacía referencia al rol de la tecnología: “El mundo virtual es una tremenda oportunidad, pero necesita educación básica, universitaria y social para que funcione”.
Entre los muchos beneficios que puede tener la digitalización para el desarrollo, destaca su papel en la conciliación de la vida profesional y familiar. “Sabemos que las labores de cuidado condicionan las oportunidades de las mujeres por el número desproporcionado de horas que dedican a los suyos, que ha aumentado con la pandemia. En este sentido, las herramientas digitales pueden reducir el tiempo invertido en los desplazamientos al lugar de trabajo, a una entidad financiera o para hacer cualquier otra gestión”, ha recordado el director general de la FMBBVA.
Sin embargo, el problema muchas veces parte de la falta de conectividad o de otros servicios esenciales: “Nos hemos encontrado con áreas en las que no existe ningún tipo de oferta financiera, donde falta infraestructura física y tecnológica, que provea una conexión de primer nivel”. Ahí es donde la FMBBVA centra sus esfuerzos, para cerrar la brecha de acceso al sistema financiero, pero también la digital, que abre la puerta a nuevas posibilidades para universalizar servicios básicos como la educación o la salud y, por lo tanto, a la igualdad de oportunidades.
El XIII Encuentro Empresarial Iberoamericano da voz al sector privado
“Este encuentro busca avanzar en los compromisos del empresariado iberoamericano con la agenda sostenible. Un compromiso para la recuperación, que apuesta por la región, con más innovación, con más inclusión, con más alianzas, con más transparencia y con mejor gobernanza”, resumía la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, como anfitriona de este evento, que en esta ocasión se ha celebrado en Andorra con un formato híbrido. Las principales conclusiones de estas dos jornadas de conversaciones se han compartido con los jefes de Gobierno durante la clausura, en presencia del rey Felipe VI.
El tema este año, como no podía ser de otra manera, ha sido la resiliencia de Iberoamérica frente al reto del COVID-19. Según Grynspan, la adversidad ha fortalecido la región: “Así como en 2020 nos unió el problema, en 2021 nos tiene que unir la solución”. En su discurso, también ha destacado cuatro razones para el optimismo: una sociedad joven y comprometida, con un “poder transformador increíble”; la oportunidad de la digitalización que la pandemia ha acelerado y el potencial para la innovación que la acompaña; los datos que apuntan a que el mundo está recuperando la senda del crecimiento; y por último, el compromiso de la sociedad con la transición ecológica.
Y de cierre, un mensaje más para la esperanza: “Iberoamérica no está condenada a más décadas perdidas. Si creamos las condiciones y aprovechamos las oportunidades, esta puede ser una década mucho mejor de lo que se espera para la región”.