Cuentas nóminas: puntos en los que fijarse si vas a domiciliar tu nómina
Uno de los puntos básicos dentro de las finanzas personales es tener controlados y aprovechados los ingresos mensuales. Por eso, un aspecto clave debe ser en qué cuenta y entidad financiera se tiene domiciliada la nómina o los ingresos regulares. Una de las opciones más interesantes que existen, tanto para las entidades como para los clientes, es la cuenta nómina en donde se exige domiciliar la nómina o pensión de sus titulares. A cambio, estas cuentas suelen ofrecer ventajas adicionales, como no tener comisiones, regalos, anticipos de nóminas, etc.
Al ser un producto atractivo, en el mercado se puede encontrar un sinfín de ofertas diferentes. No obstante, a pesar de sus puntos favorables, tienen una serie de factores que conviene ser estudiados y valorados antes de tomar una decisión ya que pueden restarle su atractivo. A continuación contamos todos los puntos en los que fijarse antes de abrir una cuenta nómina.
Comisiones
Lo más conveniente es buscar una cuenta que esté libre de comisiones o, al menos, que no tengan ningún coste las operaciones más básicas y usuales. Las comisiones más frecuentes son:
- Comisiones por mantenimiento y administración derivadas de los gastos por la gestión de la cuenta.
- Comisión por transferencia.
- Comisión por traspaso de dinero de una cuenta a otra dentro de una misma entidad.
- Comisión por descubierto en la cuenta.
En definitiva, si se suelen hacer muchas transferencias, hay que cerciorarse de que esta operación esté libre de comisiones; o si normalmente se realiza la operativa de ingresar o disponer cheques, que tampoco tenga ningún coste.
Los regalos también tributan
Muchas entidades ofrecen obsequios como “gancho” para animar a los clientes a suscribirse a sus productos. Vajillas, ordenadores, televisores, teléfonos, cámaras, etc. El catálogo de regalos que puede ofrecer una entidad bancaria es enorme. ¿Quién va a decir que no a un regalo de esta clase y gratis?
Aunque en un principio el regalo es gratis, dado que no hay que pagar por su adquisición, esto no es del todo cierto, ya que se consideran como un ingreso en especie. Dada esta naturaleza, hay que tributar por estos regalos e incluirlos en la declaración de la renta como rendimientos del capital mobiliario, de igual manera que se haría con dividendos de acciones, intereses, etc.
Por eso, aquellas personas que no tengan la obligación de presentar la declaración de la renta han de considerar si recibir estos regalos no variará su situación y les obligará a presentarla. Mientras que aquellas que sí cumplan deberán mirar, al tratarse de un ingreso, si estos presentes incrementan la base imponible del impuesto, saliendo más caro de lo que a primera vista parece.
A veces se necesita más que una nómina
En muchas ocasiones, no basta con tener la nómina domiciliada en el banco, sino que además se exige el cumplimiento de una serie de condiciones o, incluso, contratar algún producto adicional; léase:
- Domiciliación de un número determinado de recibos. Lo normal es entre 2 y 5 recibos.
- Mantener domiciliada la nómina durante un tiempo mínimo que puede ser desde meses hasta años.
- Contratación de seguros.
- Tarjeta de crédito o consumo mínimo con la misma.
- Ingresos mínimos en la cuenta nómina al mes. Aunque el montante no suele ser muy alto, en determinadas nóminas con servicios muy exclusivos pueden solicitar nóminas de 2.000 euros o más.
- Mantenimiento de un saldo medio en la cuenta.
Permanencia
El periodo de permanencia es una variable a tener en consideración. Para poder acceder al regalo, es casi totalmente seguro que se pacte un periodo que obligue a permanecer en la entidad con ese producto. Normalmente varía entre los 12 y los 36 meses. De finalizar el contrato antes, se deberá pagar una penalización.
Remuneración del saldo
La remuneración del saldo consiste en que el saldo medio que se mantenga mensualmente en la cuenta nómina sea remunerado con una determinada rentabilidad. Rentabilidad que es aconsejable dejar clara, ya que en muchas ocasiones la rentabilidad TAE del primer año baja en los siguientes ejercicios. Veámoslo con un ejemplo:
Tenemos una cuenta que mantiene un saldo medio de 1.000 euros, considerando que se haya sumado todos los saldos durante un mes y dividido entre el número de día al mes. Si la cuenta nómina remunera un 2,00% TAE los saldos medios, ese mes se obtiene 1,67 euros (1.000*2%/12) menos los impuestos que correspondan.
Devolución de recibos
Una de las ventajas más apreciadas a la hora de domiciliar la nómina es la devolución de recibos. Y es que hay cuentas que devuelven recibos. Consiste en que la entidad devuelve un pequeño porcentaje de los recibos domiciliados en la cuenta nómina. Por ello, antes de contratar nada, hay que tener claro estas cuestiones: ¿qué recibos devuelven?, ¿cuánto devolverán según el consumo mensual? y ¿qué es lo máximo que me pueden devolver?
Los recibos que suelen entrar son los del agua, luz, teléfono, gas e internet. Si se paga 110 de luz, 40 de teléfono y 20 de agua, y la entidad te devuelve un 4% de los recibos, se recibe 6,8 euros, menos los impuestos que correspondan.
Mejores condiciones en otras operaciones
El tener los ingresos domiciliados en una entidad bancaria debe acarrear consecuencias positivas a la hora de poder contratar otros productos con mejores condiciones. Por ejemplo, contar con seguros con descuentos o acceder a préstamos o hipotecas con menos tipos de interés.
Del mismo modo, si interesa contar con una tarjeta asociada a esa cuenta, hay que asegurarse de que tanto la de crédito como la de débito sean gratuitas. Al menos buscar que la tarjeta de crédito sea gratuita el primer año y la de débito para siempre.
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