Cuatro aportaciones de Einstein a nuestra vida cotidiana
La teoría de la relatividad de Albert Einstein cambió para siempre la forma en la que entendemos el espacio y el tiempo. Pero la huella del genio alemán, que ha protagonizado la conferencia “Explorar el universo de Einstein” organizada por la Fundación BBVA, está también presente en cientos de aparatos y tecnologías que utilizamos diariamente: desde Google Maps hasta los paneles solares, el encendido automático de las farolas o los rayos láser. La vida sería muy distinta si Einstein no hubiera nacido.
Navegadores GPS
Todos los navegadores GPS –incluidas las aplicaciones móviles como Google Maps– funcionan midiendo la distancia que hay desde un punto cualquiera de la Tierra hasta una veintena de satélites que orbitan alrededor de nuestro planeta. Para calcular esta distancia, se mide el tiempo que la señal emitida por los satélites tarda en llegar hasta el receptor. La teoría de la relatividad, publicada por Einstein en 1915, explica por qué los relojes de los satélites tienen un adelanto de 38.000 nanosegundos respecto a los terrestres. No parece mucho, pero, si no lo tuviéramos en cuenta, los sistemas GPS cometerían errores de varios kilómetros.
Dispositivos láser
Un año después de describir la relatividad general, Albert Einstein publicó su teoría de la radiación estimulada, en la que se basan los dispositivos láser. En la actualidad, esta tecnología se emplea para operaciones tan sencillas como leer un código de barras o señalar con un puntero, pero también para delicadas intervenciones quirúrgicas o procedimientos industriales que requieren gran precisión.
Células fotoeléctricas
Sin la ley del efecto fotoeléctrico, por la que Albert Einstein recibió el Premio Nobel en 1921, no habrían sido posibles los aparatos que transforman la luz en electricidad, como los paneles solares. También el encendido automático de las farolas cuando llega la noche, el mecanismo que impide que se cierre la puerta de un ascensor cuando hay alguien delante, el regulador de los cartuchos de tinta de las impresoras o los alcoholímetros utilizan células fotoeléctricas basadas en las teorías de Einstein.
Movimiento de las partículas... y de los mercados bursátiles
Albert Eisntein desarrolló el teorema de fluctuación-disipación para explicar el movimiento aleatorio que se observa en las partículas que se hallan en un líquido o gas. Este movimiento –llamado 'browniano' en honor del biólogo escocés Robert Brown, que fue el primero en observarlo en los granos de polen suspendidos en el agua– no es muy diferente de las alteraciones de los precios de los mercados bursátiles. Desde que se descubrió este paralelismo, las ecuaciones de Einstein también se usan en Wall Street.