¿Cuáles son los impactos económicos de una bajada del precio del dinero?
Las crecientes tensiones comerciales y el temor a una posible desaceleración global han llevado a los bancos centrales en los últimos meses a replantearse su estrategia a futuro y algunos han comenzado un nuevo ciclo de bajadas de de tipos de interés. ¿Con qué objetivo?
Con el inicio del nuevo curso, el Banco Central Europeo ha anunciado un amplio paquete de medidas de relajación monetaria y pocos días después la Reserva Federal de EE. UU. ha bajado el precio del dinero.
En general, la política monetaria suele tener como objetivo mantener la inflación en torno a un nivel concreto o dentro de un rango determinado. No obstante, los tipos de interés de una economía, en definitiva, el precio del dinero, tienen también un impacto directo en el crecimiento económico.
Un entorno de tipos bajos mejora la capacidad de financiación, tanto de particulares como de empresas, así como del estado y otros entes públicos. De esta manera, los menores tipos incentivan tanto el consumo como la inversión y, al mismo tiempo, compensan el descenso de las importaciones derivado de un tipo de cambio más depreciado. En cambio, la devaluación de la moneda favorece a aquellas empresas cuyo negocio es el exterior: esos negocios serán más competitivos, y como consecuencia, aumentarán las exportaciones.
En cambio, cuando un banco central decide subir los tipos de interés, lo que suele pretender es contener la inflación y lograr una estabilidad de precios. Así, el BCE ha subido los tipos en épocas de expansión económica, ya que es en ese momento cuando hay un mayor riesgo de inflación (al haber más demanda, los precios se incrementan).
En definitiva, los movimientos de tipos de interés son una herramienta que puede dotar de fortaleza a la economía o bien evitar su sobrecalentamiento.