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Educación Act. 17 ago 2018

El crédito, una buena opción para pagar los gastos del regreso a clases

No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza: el regreso a clases está aquí y viene acompañado de compromisos financieros de carácter obligatorio. De no tener dinero ahorrado, una solución podría ser contratar un préstamo.

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De acuerdo con una investigación realizada por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope CDMX) los mexicanos gastan en promedio 2,768 pesos únicamente en los útiles escolares por cada estudiante, a lo que se le tienen que sumar 1,764 pesos por la compra del uniforme, dando un total de 4,532 pesos.

Lo anterior, sólo si se considera a los estudiantes de escuelas públicas, pues si estudian en instituciones privadas habrá que añadir los costos propios por la inscripción y colegiatura, lo que incrementará significativamente la suma a pagar. En caso de no contar con la cantidad necesaria que representa el regreso a clases, o no querer descapitalizarse, un préstamo bancario es una opción para resolver los pagos necesarios. Pero, ¿cuál es mejor? A continuación se presentan tres tipos de préstamo a los cuales se puede recurrir:

Crédito personal. Este producto crediticio lo otorga directamente el banco a sus clientes, ya sea que ellos lo soliciten o que periódicamente, dependiendo de su historial y comportamiento con otros productos bancarios, el mismo banco le haga llegar una oferta adecuada a su perfil y capacidad de pago.

Tarjeta de créditoDespués de un periodo, muchas tarjetas ofrecen préstamos a sus tarjetahabientes. El historial crediticio es un factor importante para determinar el monto y los plazos. Además, con la misma línea de crédito es posible realizar compras un día después de la fecha de corte y tener hasta 50 días de financiamiento sin generar intereses.

Crédito de Nómina. Antes de considerar este tipo de préstamo es necesario evaluar el presupuesto actual y el de los próximos meses. Es necesario tener identificados cuáles son los gastos fijos y los variables, ya que los pagos propios del préstamo se descuentan automáticamente de la nómina, por lo que a pesar de ser cómodo debe de tomarse con cautela para mantener la salud crediticia.

Si es necesario adquirir una deuda para solventar este regreso a clases, no es el fin del mundo, siempre y cuando esta decisión se evalúe detenidamente verificando que los pagos correspondientes a este compromiso no excedan el 30% de los ingresos mensuales.