Crecimiento de la economía colombiana ha sido superior al de América Latina
El 2016 será el año donde buena parte del ajuste de la economía a los menores precios del petróleo habrá terminado. El consumo y la inversión han tenido un ajuste importante durante este año y por primera vez, desde que el precio del petróleo se desplomó, la demanda interna crecerá por debajo de la producción. Esto significa que el gasto de la economía está creciendo más acorde a su nivel de ingresos.
En BBVA Research y como lo indica nuestro informe Situación Colombia, esperamos que este adecuado balance entre producción y gasto continué en los próximos años, gracias a que el consumo de los hogares continuará creciendo al ritmo de toda la economía. En total esperamos que el PIB tenga una aceleración gradual, desde tasas de crecimiento de 2,2% en 2016 a 2,4% en 2017.
Una noticia muy positiva en el frente externo es que el déficit en la cuenta corriente, otro de los ajustes que demandaba la economía, se está corrigiendo rápidamente, superando de lejos nuestras expectativas. Gracias a la caída de las importaciones y a la menor repatriación de utilidades de las empresas extranjeras que operan en el país, el déficit externo se ubicó en 4,8% del PIB en el primer semestre del año. Creemos que éste déficit se ubicará en 4,4% y 3,8 del PIB en 2016 y 2017, tasas inferiores al 6,5% del PIB que la economía registró en 2015.
Gráfica de BBVA Research sobre el comportamiento y las proyecciones del déficit de cuenta corriente
En el frente fiscal, también tendremos noticias positivas antes de que finalice el año. Las finanzas públicas, con la aprobación de la reforma tributaria que el Gobierno radicó recientemente, se volverán más sostenibles, reemplazando parte de los ingresos que el fisco perdió del sector petrolero.
La redistribución de cargas tributarias entre personas y empresas, la simplificación de los tributos y el fortalecimiento legal e institucional para luchar contra la evasión y elusión son los pilares de esta propuesta.
Aunque a corto plazo esta reforma incrementa la incertidumbre que ya generó el triunfo del No en el plebiscito por la paz, lo cual afectará algunas decisiones de consumo e inversión, a mediano plazo, si buena parte de la propuesta es aprobada, volverá permanente ingresos tributarios que eran transitorios y tendrá efectos positivos sobre la productividad y la formalidad de la economía.
La inflación, que venía acelerándose desde finales de 2014 debido a la devaluación y al fenómeno de El Niño, tocó techo en julio y desde entonces ha descendido gracias a que estos dos factores, de naturaleza temporal, están perdiendo ímpetu. En este contexto, creemos que la inflación terminará este año en una tasa cercana al 6,2% y en el segundo semestre del próximo año se ubicaría en la parte superior del rango meta.
Colombia ha sorteado bien la caída de los precios del petróleo. El crecimiento de su economía ha sido superior al de América Latina, y la corrección de su desequilibrio externo ha sorprendido por su rapidez.
Dado el rápido descenso de la inflación y el crecimiento moderado de la demanda interna, el Banco Central será más agresivo en la reducción de la tasa de intervención a lo largo de 2017. Creemos que la autoridad monetaria podría reducir hasta 175 puntos básicos su tasa de referencia, dejándola en 6,0%.
En conclusión, Colombia ha sorteado bien la caída de los precios del petróleo. El crecimiento de su economía ha sido superior al de América Latina y la corrección de su desequilibrio externo ha sorprendido por su rapidez. La inflación volverá pronto a estar en el rango meta, el déficit fiscal seguirá moderándose sin ajustes fuertes en el gasto, el déficit en cuenta corriente seguirá descendiendo y sectorialmente la economía será más balanceada, lo que hará que el crecimiento económico sea más sostenible en el mediano plazo.