Creando vínculos para un futuro mejor
Compromiso y entusiasmo son las dos palabras que mejor sintetizan la Semana del Voluntariado en BBVA Uruguay. Bajo el lema "juntos podemos hacer la diferencia", un grupo de colaboradores se unió al programa de Padrinazgo impulsado por el banco y además, participaron en jornadas para acondicionar las instalaciones de instituciones dedicadas al cuidado y educación de niños vulnerables.
En el marco de la Semana del Voluntariado, BBVA Uruguay otorgó 20 becas para que niños de contexto vulnerable puedan acceder a The Electic Academy, un espacio de formación innovador creado por The Electry Factory, que trabaja para acercar la educación del futuro al presente. Con el fin de fortalecer el compromiso de los chicos con esta oportunidad, alentarlos e inspirarlos, el banco se unió al Programa de Padrinazgo de dicho centro, permitiendo que sus colaboradores sean referentes para los niños.
“Lanzamos la convocatoria para encontrar padrinos y quedamos muy satisfechos con la respuesta. Desde el primer momento quienes se inscribieron para ser voluntarios en esta acción, se comprometieron con la idea, queriendo saber más acerca de la propuesta y el impacto de su rol”, comentó Natalia Damonte, del área de Comunicación y Cultura del banco.
El jueves 27 de septiembre se llevó a cabo el primer encuentro entre los padrinos, los chicos y sus familias, por medio de una clase abierta. Fue una instancia muy emotiva para ambas partes, ya que los colaboradores contaron acerca de su historia de vida, su camino educativo y profesional, y reforzaron su compromiso de acompañar y alentar a los niños en cada etapa de la formación.
La consigna de la jornada entusiasmó mucho a los estudiantes, ya que el desafío fue que ellos ocuparan el lugar de los docentes para enseñarles a los padrinos lo que habían aprendido hasta el momento. La clase se dividió en equipos y se puso como objetivo programar autos automatizados para que se desplazaran realizando un recorrido en forma de cuadrado. Padrinos y niños trabajaron juntos, y la alegría invadió la sala. Los voluntarios quedaron impactados con las habilidades de los chicos y el trabajo en aula.
“Es una propuesta de primer nivel, integradora, disruptiva y novedosa. Tiene un grupo docente de primera y un equipo de apoyo muy comprometido. Valoro mucho la oportunidad de sumar nuestro aporte personal a mejorar la situación de estos niños y adolescentes. El aporte desde lo humano, guiando a los chicos en su camino, pienso que es muy importante” comentó Emilio Díaz, padrino del programa.
"Valoro mucho la oportunidad de sumar nuestro aporte personal a mejorar la situación de estos niños y adolescentes"
Mejorar el ambiente de los niños
El apoyo a centros que apuestan al cuidado y educación de los niños se materializó en otras importantes acciones de la Semana del Voluntariado en Uruguay. Un ejemplo de ello, fue el compromiso asumido con el Caif “Fátima”, dirigido por la fundación Fe y Alegría, que atiende a 144 niños de entre 0 y 3 años, en la cuidad de las Piedras (Canelones). Apostando a que los niños puedan disfrutar con seguridad de los espacios verdes del centro, los voluntarios de BBVA se pusieron el desafío de acondicionar el patio, pintando los muros y colocando las cercas y portones que enmarcan el espacio. Esta actividad se abrió a las familias de los colaboradores, partiendo del entendido de que estas instancias son muy ricas para todas las partes.
Los voluntarios de BBVA Uruguay acondicionaron las instalaciones de dos centros que atienden a niños en situación de vulnerabilidad.
El compromiso por acondicionar espacios verdes también se hizo presente en la Fundación Casa Ronald MacDonalds. Ésta por medio de sus programas sustentables apoya a niños en tratamientos médicos prolongados y a sus familias, especialmente a aquellas pertenecientes a los sectores más vulnerables de la población. En la Semana de Voluntariado más de una decena de colaborados se acercaron a la casa para acondicionar el jardín y envolver regalos para los niños. Estos pequeños detalles, hacen que la estadía de los niños y sus familias sea mucho más amena y confortable.
“El acondicionamiento del jardín ayuda a crear un entorno más amigable y esperanzador para los niños y sus padres, que sin duda llegan a la Casa con una carga de problemas. Es sacar una sonrisa a las familias cuando ven las flores y el verde del jardín” cuenta Andrea Rodríguez, voluntaria de la actividad.
Los voluntarios de BBVA Uruguay arreglaron los jardines de los centros para que los niños se desarrollen en un espacio más amigable.