COP24 Katowice, el día después: “Ayudamos a nuestros clientes a reverdecer sus actividades”

El encuentro, que ha reunido a varios expertos de entidades provenientes de los sectores institucionales, empresariales y financieros, ha servido para que expusieran sus puntos de vista sobre lo que ha significado la última cumbre sobre el cambio climático de la ONU.

La COP24 ha supuesto para BBVA un nuevo punto de inflexión con la firma del Compromiso de Katowice junto a ING, BNP Paribas, Société Générale y Standard Chartered: “No se trata de dejar de trabajar con aquel cliente que no cumpla con nuestras líneas rojas. Se trata de llevar a cabo un acompañamiento en el tiempo” explicaba Emilio Martín-More, Sustainability Lead de BBVA. Respecto a las pequeñas empresas y los particulares el objetivo es, “explorar soluciones para ofrecérselas, sobre todo en el campo de la eficiencia energética y la vivienda”.

En el camino global hacia la sostenibilidad, el sector financiero juega un papel fundamental. Así lo ha expresado durante su participación en el panel sobre el papel de la banca como palanca para la transición: “Hemos entendido nuestro rol a la hora de canalizar fondos y contribuir a los ODS y al Acuerdo de París”. Martín-More quiso recordar el ‘Compromiso 2025’ de BBVA que ayudará a la entidad a alinear su actividad para limitar el calentamiento global por debajo de los 2º y lograr un equilibrio entre la energía sostenible y las inversiones en combustibles fósiles. Se trata de un plan ambicioso que obliga a tener muy clara la estrategia.  “Cuando se anuncia un compromiso de esta envergadura, este se adquiere con todos los grupos de interés”, ha señalado Martín-More. Para cumplirlo, la entidad se ha comprometido a movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera que no solo estaría dirigida a empresas o administraciones públicas con una actividad sostenible.

BBVA se ha comprometido a movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde

Emilio Martín-More también ha hecho un repaso de la experiencia de BBVA en el proyecto coordinado por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI, por sus siglas en inglés), en el que participa, junto a prestigiosas entidades bancarias, para elaborar una metodología que ayude a la industria financiera a gestionar mejor y ser más transparente con respecto a los riesgos para su negocio que supone la transición hacia una economía baja en carbono. “Estamos compartiendo buenas prácticas entre todos”. Sin embargo, a pesar del tono positivo de este proyecto, ha habido que superar algunos escollos. “Las empresas vemos objetivos a un año o a tres, como mucho, pero hablar de 1,5º o 2º de aquí a 2050 es un plazo larguísimo. Cambiar esa mentalidad y aplicarla a los análisis sectoriales de las industrias donde invertimos ha sido el principal reto”.

Acción global

La agenda del encuentro también ha incluido los puntos de vista del sector institucional, donde se han analizado las iniciativas que Madrid y Sevilla están llevando a cabo para convertirse en ciudades más sostenibles. “Las ciudades son muy vulnerables y tienen poca capacidad de acción porque el coste político es tremendo”, explicaba Paz Valiente, coordinadora general de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. En este panel, se puso también de relieve el papel del sector financiero a la hora de canalizar fondos para las inversiones sostenibles: “el nivel de actividad es frenético”, declaraba José Manuel Marqués, jefe de la División de Innovación Financiera del Banco de España.

Varios de los expertos que han participado en el encuentro se han lamentado del poco caso que se le ha hecho al sector científico y han señalado el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que alerta de una desviación en los objetivos del Acuerdo de París, como una guía a tener en cuenta. Sin embargo, a pesar de las alarmas, hay países que se resisten a la evidencia: “El cambio climático requiere de una acción global, pero se ha debilitado el multilateralismo”, afirmaba Joaquín Nieto, director de la Oficina para España de la OIT en relación a la posición bloqueadora de Estados Unidos, Brasil, Kuwait y Arabia Saudí durante la COP24.

Cumplir con lo acordado

La transición justa hacia una economía sostenible, en la que los países desarrollados apoyen a los menos desarrollados, ha sido uno de los conceptos más repetidos en esta jornada. Pero no todo deben ser buenas palabras: “Si no cumplimos con lo que se ha negociado, ¿de qué estamos hablando?”, se preguntaba Ana Barreira, directora de IIDMA en relación al incumplimiento de acuerdos ya establecidos como el Protocolo de Kioto, “hay que ser coherente con lo que se ha acordado”. El trabajo es de todos y las empresas juegan un papel fundamental en este cambio hacia un nuevo modelo. “Sentimos una gran presión porque tenemos que adaptar infraestructuras y, a la vez, ofrecer productos con valor añadido”, aseguraba Ana Peña, jefa de Calidad, Medio Ambiente y Cambio Climático de Ferrovial.

En la recta final del encuentro, Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático/ MITECO, explicó los logros de la cumbre, a pesar de la impresión general de que los avances son demasiado lentos: “Hemos cumplido con el objetivo de cerrar el reglamento que hará operativo el Acuerdo de París. El resultado ha sido por consenso y nadie se ha salido del pacto”. El único punto de oscuro es la falta de acuerdo en el Artículo 6 que regula los llamados “mecanismos de mercado”, pero en líneas generales, la cumbre ha dado pasos importantes. Ahora toca seguir trabajando y asumir que el compromiso debe ser global: “Todos somos responsables en nuestras casas”.

“Ha sido un milagro llegar a un acuerdo con el mundo en el que vivimos hoy”, con estas palabras Marcio Viegas, director general de Sust4in, resumía el sentir general de satisfacción por los logros conseguidos en la cumbre y de cierta frustración por lo lento de los avances.