¿Conviene asegurarse para ir de viaje?
Persona precavida vale por dos. Y más, si es durante las vacaciones. Pero, ¿es conveniente tener un seguro de viaje que cubra todos esos imprevistos que impidan tener una experiencia placentera durante el viaje?
Un seguro de viaje puede ofrecer coberturas médicas, legales y de equipaje a todo viajero que lo desee y quiera contratarlo. Si se ha decidido por contratarlo, sería recomendable tener en cuenta cuáles son las necesidades y adquirirlo teniéndolas en cuenta.
¿Contratar o no un seguro de viaje?
Contratándolo puede que se asegure doblemente. Ya que puede que parte o la totalidad de los riesgos que pueda sufrir estén ya cubiertos por otras pólizas de las que ya disponga. Algunos de estos pueden ser: el seguro de automóvil (si viaja con su vehículo), seguros vinculados a la compra del billete con tarjeta de crédito), seguro obligatorio asociado al transporte público que haya usado, etc. Por ello, antes de aventurarte a contratar uno, conviene revisar los que ya tiene contratados para ver ante qué riesgos está ya cubierto.
Si su destino es el extranjero, hay que plantearse la necesidad de contratar o no un seguro de asistencia médica. Para ello, se debe tener en cuenta que puede que tenga asistencia en aquellos países con los que España tiene convenio. Para todos los demás, se deberá pagar por la asistencia que le presten, dependiendo de la gravedad del asunto. No obstante, hay que destacar que no todas las contribuciones médicas son como la española. Por ello, en esos casos sí puede ser conveniente contar con un seguro que le permita acceder a la sanidad privada.
Otro que seguro que siempre se suele proponer cuando se contrata un viaje en una agencia es el de anulación de viajes, con el que no tendrá que pagar el viaje en caso de no haber podido disfrutarlo. Es conveniente si se tiene un familiar enfermo o algún acontecimiento que no sabe si va a ser por esas fechas, etc. Si finalmente se decide viajar estando listo para lo que sea, se deberá tener en cuenta lo siguiente:
- No pensar que por contratar el máximo le van a dar el mayor importe. Ninguna compañía va a reembolsar más allá del coste del viaje. Leer la letra pequeña de cualquier póliza.
- Tener en cuenta las restricciones: descubrir cuáles son y cómo pueden afectar averiguando qué cubre un seguro de viaje.
- Comprobar que se pueden hacer las reclamaciones vía internet con la aseguradora. De esta forma, si se sufre un percance en el extranjero se podrá poner en contacto con ellos sin tener que gastar un dinero extra en llamadas internacionales.