Cómo convertir la regulación en un dinamizador de la innovación financiera
La necesidad de desarrollar una regulación más ágil, flexible y descriptiva para el sector financiero ha sido el centro de la conversación en el evento de Openfinance, la filial ‘fintech’ de BME (Bolsas y Mercados Españoles). Los ponentes han apuntado las claves para que España se convierta en un actor protagonista dentro de la revolución que está transformando los servicios financieros en Europa.
La velocidad frenética de los cambios tecnológicos en el sector financiero ha sido mencionada de manera constante en la mesa redonda organizada con motivo del 15 aniversario de Openfinance, filial fintech de BME, en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Debido a esta rapidez, los reguladores se enfrentan hoy a la dificultad de crear normativas para servicios que cambian “de mes a mes” y que aún están por definirse, como las APIs. Así lo ha explicado una de las socias de la firma de asesoría para el sector financiero, finReg360, Gloria Hernández. “Tradicionalmente, la regulación observa lo que ocurre en la sociedad, y crea unas normas en función de ello. Pero este planteamiento a día de hoy es imposible”, explica. Según Hernández, "cada día habría que crear miles de nuevas páginas sobre cómo regular blockchain o los robo-advisors. Hay que encontrar otra manera”, afirma.
Una de las claves para encontrar un planteamiento alternativo es, según Raúl Lucas, responsable de BBVA Open APIs en España, “no poner el foco en a quién se regula, si es a un pequeño o un gran player del sector, sino en qué se está regulando, la actividad”. Para Lucas, este cambio de mentalidad en los reguladores en España ya ha empezado a percibirse pues muestran una actitud más proactiva y abierta al diálogo con pequeñas startups, con la que están tratando de escuchar las necesidades de los clientes. No obstante, aún queda mucho camino para que el cambio termine de materializarse y las entidades reguladoras se conviertan en un “dinamizador de la innovación”.
El responsable de BBVA Open APIs también ha recordado los riesgos del screen scraping frente a las APIs, a raíz de la reciente propuesta de la Comisión Europea de incorporar un mecanismo alternativo para acceder a cuentas de pago por parte de terceros bajo la normativa PSD2. Los ponentes han coincidido en que este sistema, por el cual un tercero hace una copia de la información contenida en un sitio web utilizando las credenciales facilitadas previamente por el usuario, presenta mayores problemas de seguridad que las APIs y puede llegar a suponer un riesgo para la privacidad de los usuarios.
Lucas también destaca la importancia de que los clientes tengan un papel cada vez más activo y estén más informados sobre los derechos que tienen sobre sus datos. “La tendencia de aquí a cinco años es tomar decisiones en las empresas basándonos en datos de otras industrias, de fuentes públicas, privadas, o a través de APIs con el consentimiento del cliente. Por eso es importante que los usuarios entiendan que los datos son suyos y así puedan usarlos de la forma en que les aporte más valor”, concluye.
Raúl Lucas, responsable de BBVA Open APIs y Gloria Hernández, socia de finReg360.
Para lograr esto, el CEO de Open Bank (Banco Santander), Ezequiel Szafir, apunta a la necesidad de mirar hacia el mundo anglosajón. “Aproximadamente el 70% de la inversión mundial en fintech está en EE.UU., y en Europa, un 30% está en Reino Unido”, ilustra. Esto es, según Szafir, un “síntoma” de cómo una regulación “menos prescriptiva y más descriptiva”, como la de estos países favorece la innovación financiera. En España, por ahora, la tendencia es la contraria: “Prescriben unas normas que dictan cómo tiene que ser cada detalle de una API”, explica. Frente a esto, el experto aboga por una regulación que se centre en “describir” cómo son los productos financieros que existen en la actualidad y en crear unas normas en las que haya cabida para seguir innovando.
En línea con la tendencia anglosajona, Hernández resalta la importancia de la creación de sandboxes como el de Reino Unido como ejemplo de “un cambio de perspectiva regulatoria” que es posible y que sería favorable adoptar en España para colocar al país en una posición privilegiada.
Un contexto de contrastes
La charla tenía lugar bajo los techos ornamentados del Palacio de la Bolsa de Madrid, donde una pantalla digital muestra las cifras de las cotizaciones del IBEX 35 en continuo movimiento. Justo debajo, aún puede verse un gran marcador analógico repleto de casilleros con números y letras que cambian a cada instante con un sonoro clic.
En este espacio de contrastes, entre lo nuevo y lo antiguo, el Presidente de BME, Antonio Zoido, ha ilustrado cómo ha cambiado la industria financiera desde que el IBEX 35 se puso en marcha hace 25 años. “Hoy damos por hecho cosas que entonces hubieran sido impensables”, ha afirmado Zoido, recordando cómo esta misma sala solía estar repleta de corredores de bolsa que anotaban a mano los índices bursátiles. Hoy, los paneles, los cuadernos y las llamadas telefónicas han sido sustituidos por software de inteligencia artificial y machine learning.