Consejos útiles para sacarle el máximo provecho a la gratificación
En el mercado laboral peruano, la gratificación representa un sueldo adicional a la remuneración del trabajador del sector privado y, por ello, es un pago esperado con ansias por más de 4.6 millones de personas. Por disposición legal, las empresas tienen plazo hasta el 15 de julio para abonar el dinero y es en estos días cuando la mayoría de trabajadores se pregunta ¿qué hacer con este ingreso extra?
Primero lo primero: pagar deudas (50%)
Al recibir un dinero adicional, la mejor opción siempre va a ser pagar una obligación financiera. Por ejemplo, si se tiene un crédito hipotecario, el monto de la gratificación no será suficiente para cancelar la deuda, pero sí puede amortizar una parte de ella.
¿Qué proporción de la gratificación utilizar para pagar deudas? Lo ideal es que no pase del 50% del monto recibido. "Por ejemplo, si una persona recibe una gratificación de S/. 1,000 y tiene una deuda de S/. 100,000, la amortización que haga no debería ser más de S/. 500", señala Juan Carlos Ramírez, gerente de Solutions Development & Digital Transformation de BBVA Continental.
En este caso, se estaría adelantando cuotas y el cliente puede elegir entre dos opciones: o baja la cuota mensual o adelanta el plazo de vencimiento de la deuda. Ambas generan beneficios. Cuando se disminuye la cuota mensual, el cliente libera un dinero extra cada mes. En caso de que se adelante el vencimiento, el cliente comienza a pagar una cuota mensual mayor, pero lo hace en menos tiempo y, por lo tanto, con menos intereses.
Pagar Tarjeta de Crédito (30%)
Además de las deudas mayores que una persona pueda tener, existen otro tipo de obligaciones como, por ejemplo, el pago de la tarjeta de crédito.
Normalmente, las tarjetas de crédito tienen tasas más caras y son créditos revolventes, por lo que usar un 30% de la gratificación es un buen porcentaje para disminuir un poco la deuda de la tarjeta. Además, al hacer este pago, se puede tener mayor disponibilidad de efectivo al pagar menos intereses en el tiempo.
Darse un gusto (20% o 10%)
Es saludable guardar un porcentaje de la gratificación, por pequeño que sea, para darse un gusto. Normalmente, dejar un 10% o 20% del presupuesto disponible es lo más recomendable para hacer una compra específica y disfrutarla a corto plazo. Después de todo, la gratificación no es un bono que se otorga solo para pagar obligaciones.
Guardar un fondo de emergencia (10%)
Aún teniendo un crédito hipotecario y una tarjeta de crédito por pagar, siempre es bueno separar un porcentaje para un fondo de emergencia. Por ejemplo, el 10% de la gratificación es un monto razonable. Los eventos extraordinarios suelen exigir un pago mayor y, si no se tiene el dinero bien administrado, entonces un gasto inesperado será difícil de cubrir.
Es recomendable ahorrar un 10% de la gratificación como un fondo de emergencia.
¿Qué hacer con el dinero si no existen deudas?
En el caso que una persona no se encuentre en ninguna de las situaciones anteriores y no cuente con una obligación financiera importante, podría ser el momento adecuado para comenzar a juntar una cuota inicial, ya sea para un departamento, un auto o un viaje.
Otra opción puede ser la evaluación de productos de inversión. Personas que ya no cuentan con grandes obligaciones financieras, pueden invertir su dinero para que rinda más de acuerdo al periodo en que van a querer hacer algún otro uso. Una opción son los depósitos a plazo. Por ejemplo, BBVA Continental cuenta con depósitos a plazo a un año con tasa de 4.5%. Por otro lado, está también la opción de fondos mutuos o los depósitos de interés variable, más conocidos como DIVAS.
Esta elección varía según el perfil de inversión que tenga cada cliente. Si una persona es conservadora, lo recomendable sería que ingrese a un fondo mutuo de renta fija. Si es moderada, puede elegir entre un fondo mutuo o una DIVA que pueda tener un rendimiento variable que supere largamente un depósito a plazo con 5% a 15% anual. Pero si el cliente tiene un perfil más agresivo, se recomienda una renta variable más vinculada a acciones y una DIVA con un poco más de riesgo. En todo caso, antes de tomar una decisión en ese sentido, es importante considerar el plazo de inversión y la tolerancia a pérdidas de cada persona.
Los expertos coinciden en señalar que es importante que los trabajadores sepan administrar adecuadamente sus ingresos extras. Muchas veces, la gratificación se recibe como un dinero inesperado, pero en realidad debería estar contemplado en un presupuesto anual. Y, sobre todo, con la 'grati' del mes de julio hay que tener mayor cuidado.
“Existen dos gratificaciones en el año: julio y diciembre. Sin embargo, es importante tener más cuidado con la de julio, ya que de diciembre a julio se reciben ingresos extra por escolaridad, bonos, utilidades y CTS. Hay más ingresos en el camino. Pero, a partir de julio, ya no se recibe ningún pago extra hasta noviembre, que viene la CTS, y en diciembre, nuevamente la gratificación. Son casi cuatro meses en los que no hay más dinero que el que se recibe mensualmente”, comenta Juan Carlos Ramírez.
A largo plazo, hacer uso responsable de la gratificación es la mejor decisión y no solo la conciencia lo agradecerá, sino también el bolsillo.