Consecuencias de la estrategia de salida del BCE
En los próximos meses los bancos centrales van a ir retirando los estímulos monetarios. Sonsoles Castillo, de BBVA Research, explica cómo la situación económica y el comportamiento de la inflación van a condicionar esta salida y qué consecuencias tendrá este proceso.
En el caso concreto de la Reserva Federal (FED), ya se ha anunciado el inicio de la reducción del balance y no se descarta que después de subir los tipos de interés hasta el 1,25% hagan una subida adicional en el mes de diciembre.
Por otro lado, es probable que el BCE comunique en su reunión de octubre la estrategia de retirada o reducción del ritmo de compras de activos —el famoso ‘tapering’— que seguramente se implementará a lo largo del año 2018. Mirando hacia otros bancos centrales, el Banco de Inglaterra ya ha dado señales de que en los próximos meses podrán empezar a hacer las subidas de tipo de interés.
Factores que condicionarán la salida
Este proceso de salida estará condicionado fundamentalmente por la situación cíclica de las economías, es decir, la recuperación del crecimiento, y también por el comportamiento de la inflación.
A nivel global, se observa que la recuperación va bien y la inflación todavía se mantiene a niveles bajos. Sin embargo, hay otros factores que también van a ponderar los bancos centrales: uno de ellos tiene que ver con el riesgo de estabilidad financiera, un elemento que la Reserva Federal está observando en la medida en que la revalorización de los precios de algunos activos empieza a preocupar.
Por otra parte van a ponderar también los riesgos que afectan o que pueden lastrar la recuperación. En Estados Unidos el principal riesgo es de carácter político, es decir, en qué medida se va a llevar a cabo el proceso de salida de implementación de política fiscal, y en el caso del BCE, uno de los grandes elementos de incertidumbre es la apreciación del tipo de cambio, que puede lastrar la recuperación de la inflación. A nivel global, el riesgo geopolítico va a estar latente en general, siendo un factor al que los bancos centrales prestarán atención.
¿En qué se traducirá la retirada de estímulos?
La retirada de los estímulos es un proceso que supondrá que la elevada liquidez presente en los mercados financieros durante bastantes años se irá moderando a un ritmo lento. En segundo lugar, asistiremos también a un aumento de las expectativas de los tipos de interés moderada a nivel global. En conclusión, comenzará una fase en la que el apoyo de los bancos centrales se mantendrá, ya que las condiciones monetarias seguirán siendo acomodaticias, pero no en la magnitud o intensidad de los últimos años.