Competitividad del capital humano, la clave del milenio
El talento integra el trípode del éxito junto a la sustentabilidad medio ambiental y la 'compliance', o sea, el cumplimiento de las normas del país y de las internas de cada organización. La tecnología atraviesa transversalmente al mercado laboral y exige velocidad de adaptación.
Es actualmente un recurso humano tan escaso como lo eran en la economía de los años de apogeo del capitalismo el agua, alimentos, energía, vivienda, etc, ante las ilimitadas necesidades del progreso.
Consultoras enfocadas a conectar al talento con las empresas escudriñan entre los ejecutivos que suelen compulsar si la digitalización y la tecnología van a impactar en las nóminas dentro del mercado laboral, en esta época de tremendos cambios, consecuencia de la velocidad con que suceden las transformaciones.
ManpowerGroup se lo preguntó a los 800 empresarios en el mundo, y en Argentina también, y casi el 70% respondió que sí, pero más de la mitad añadió: hará crecer nuestra nómina, en cantidad pero en calidad también, y va a generar oportunidades de trabajo.
Además de las posiciones de técnicos e ingenieros, las de finanzas y contables constituyen las más difíciles de conseguir, según manifiestan los empresarios"
El director general de la compañía norteamericana especializada en RRHH, Luis Guastini, afirma que es éste el gran desafío tanto de los empresarios cuanto del sector público.
“Como contrapartida, en otro estudio, habíamos preguntado a los empresarios que buscaban talento si tenían dificultad para conseguir las posiciones buscadas y resultó ser que Argentina es el país en el que la mayoría de los empresarios reconocen tener la mayor tasa de dificultad para conseguir talentos”, afirma.
Lo atribuye a la velocidad con la que avanza el conocimiento, que hace que, frente a una misma posición, se necesite abordarla con un bagaje completamente distinto: “Otras competencias, otros conocimientos que en otros años no se tenían y eso implica que las características de las personas que se necesitan estén en continuo aprendizaje. Ya no basta que alguien haya estudiado algo hace cinco años porque lo adquirido quedó desactualizado”, explica.
Si antes se buscaba gente que procesara información, hoy al estar todo automatizado, se necesita hacer inteligencia con la ingresada. De ahí que se pida un conocimiento de big data ante el cual, quizá, lo aprendido hace tres años deja de servir.
Desventaja comparativa
La dificultad con que aduce encontrarse el empresario argentino para incorporar talentos se refleja en un ránking hecho por ManpowerGroup con los países más competitivos en cuanto a disponer de mejor receptividad y mayores posibilidades de acceder a esas búsquedas, según el cual Argentina se encuentra en tercer lugar, pero de abajo hacia arriba.
Esta falencia afecta directamente la competitividad del trabajo y la participación en el comercio exterior global, que va más allá de una desventaja en el costo de la mano de obra.
Pertenecen al pasado las metas del ciclo educativo que se da en los primeros años de vida de una persona para que perdure 20 a 30 años y con eso poder vivir.
“El talento empieza a jugar un rol predominante, donde antes el factor clave era el capital. Hace algunos años, para poder desarrollar un emprendimiento se requería concentración de capital y de conocimiento para a partir de ahí pensar en triunfar”, señala Guastini.
Una reforma laboral tendría un alcance cualitativo más amplio y es ahí donde se convoca a los empresarios a dar su aporte para poder pensar en los caminos que deberían ser emprendidos"
Cuando se mira en el World Economic Found y en Naciones Unidas qué se está discutiendo ahora en materia de sustentabilidad con vistas al 2030 aparecen señales muy claras que van demostrando que el empresariado argentino se ha ido dando cuenta de que la sustentabilidad es un valor que forma parte de la agenda global y vino para quedarse, que uno de sus ejes es el talento y que la contracara es la 'compliance'.
El timonel de ManpowerGroup Argentina pone de manifiesto que la preocupación por el talento no abarca a una porción minoritaria de la población, como se da a entender cuando se habla de políticas de empleo. Se la identifica con determinados nichos de tecnología, de posiciones administrativas, pero es algo que atraviesa todas las posiciones. Antes se imaginaba un operario de un modo, pero hoy los requerimientos son más sofisticados y es porque la tecnología es transversal a la producción de bienes y servicios.
“La buena noticia es que nuestro país tiene el nivel más alto de digitalización, donde se participa más en redes sociales y se usa más telefonía móvil e Internet, con lo que el potencial de talento para ofrecer al mundo es enorme. La condición es mantenerlo actualizado para nutrir al mercado laboral rápidamente”, concluye.