Consejos para superar el miedo a hablar sobre dinero
Hablar de dinero supone un tabú para algunas personas. En algunas culturas incluso se considera una falta de educación. Y también hay quienes no se sienten cómodos por falta de conocimientos. Sin embargo, perder el miedo a debatir sobre las finanzas cotidianas supone un primer paso importante para lograr una cultura financiera sólida y, consecuentemente, una mejor salud financiera
A menudo es más fácil conversar sobre religión, política o incluso la muerte, tres cuestiones que es mejor evitar en cualquier cena familiar, que de finanzas. Así lo refleja el informe realizado por Fidelity Investments, en el que se confirma que el 34% de las parejas norteamericanas encuestadas no sabría decir con seguridad cuánto gana su pareja y que un tercio de las familias con problemas de endeudamiento tienen dificultades para hablar de temas cotidianos como los gastos o el presupuesto.
Los motivos de este comportamiento son variados. Según los expertos, el dinero se considera algo personal porque de él depende, en muchas ocasiones, el estatus social de una persona y con él, su autoestima. Los tabúes y las inseguridades surgen por los errores que se han cometido en el pasado. El temor a que una mala inversión o una decisión incorrecta afecten a la imagen que se quiere proyectar en los demás, hace que algunas personas oculten información incluso a sus asesores financieros.
El sociólogo Iván Parro, autor del ensayo ‘Dinero y economía en tiempos de crisis. Reflexiones para tiempos duros’, explica que “el sentido y el significado asociado al dinero ha ido variando y modificándose con el paso de los siglos. Principalmente, se ha identificado como un medio de intercambio. Hoy también lo es, pero lo cierto es que ha incluido una nueva característica: es un medio de identificación y valoración social, es decir, la posesión o la carencia del mismo va a suponer implícitamente una adscripción social, una posición determinada dentro de un grupo, comunidad, organización o sociedad”.
Hablar de dinero no es necesariamente perder el pudor a decir en público a cuánto asciende nuestro salario o cuánto ha costado una vivienda. Se trata de algo más. El dinero es algo esencial en la vida del ser humano y en todo lo que le rodea. Sin embargo, según la Encuesta de competencias financieras del Banco de España, el 46% de la población admite que sus conocimientos financieros son bajos o muy bajos. Un motivo que lleva a muchas personas a mantenerse en silencio cuando se habla de este tema.
“Vivimos una era de la información donde la tecnología nos dirige tantos a los jóvenes como a los adultos. Esta época excepcional ofrece más oportunidades de inversión que antes, y con recompensas financieras, gracias a la velocidad del desarrollo tecnológico. Para los individuos que sean capaces de reconocerlas, será una posibilidad de aprovechar grandes oportunidades de enriquecimiento financiero. Pero, lamentablemente, tenemos un sistema escolar donde nadie nos enseña realmente lo que significa ser financieramente inteligente. La educación está todavía en este aspecto cerrada y orientada hacia un programa de conocimientos básicos. Aprender a poner el dinero a nuestro servicio y poder hablar de él es una asignatura pendiente que debería incluirse en nuestro sistema educativo”, explica Geoffrey Ditta, profesor de la Universidad de Nebrija.
Hablar con las personas interesadas
Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), es más probable tener éxito cuando se toman decisiones financieras conjuntas que en solitario. Incluir a la pareja o a la familia en las conversaciones sobre el dinero es una estrategia de salud financiera que reduce el riesgo de cometer errores. Además de compartir las decisiones, es una ocasión ideal para instruir a los más pequeños en temas financieros.
Actualizarse cada cierto tiempo
Las conversaciones sobre dinero no deben considerarse algo aislado que solo tienen lugar cuando hay que tomar una decisión importante. Hablar de finanzas debería ser algo habitual, para que todo el mundo esté actualizado sobre el tema y sepa cuál es la situación. Es aconsejable hacerlo siempre en un tono respetuoso, sin echarse en cara los errores cometidos y enfocando la conversación hacia los objetivos que se quieren conseguir y las estrategias para lograrlos.
Ser transparente
Un asesor financiero es un experto que ayuda a sus clientes a tomar las decisiones más adecuadas, sobre todo en aquellos momentos que son clave para sus finanzas como la jubilación o la inversión de un capital. Un buen profesional se centrará en buscar soluciones, según el perfil del cliente, informándole sobre los productos más adecuados, de una forma clara, sencilla y transparente. Ocultarle información le impedirá hacer correctamente su trabajo y solo servirá para empeorar los posibles problemas financieros que se tengan.
Mejorar el nivel de educación financiera
La inseguridad que se siente cuando se habla de dinero puede superarse mejorando el nivel de educación financiera. Hay muchas maneras de conseguirlo: leer publicaciones y artículos especializados, reflexionar sobre nuestro comportamiento financiero y aprender de los errores, utilizar herramientas digitales para poner en orden las finanzas o asistir a algún curso o conferencia sobre educación financiera.
Internet ha facilitado mucho la tarea de ponerse al día, pero hay que saber dónde buscar. Además de las publicaciones especializadas, las entidades financieras ofrecen una gran variedad de recursos. Por ejemplo, en el Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA se pueden encontrar todo tipo de noticias, buenas prácticas y estudios para promover la generación de conocimiento y favorecer que las personas adquieran las capacidades necesarias para tomar decisiones financieras informadas. De esta forma, al saberse bien informado, el dinero dejará de ser un tabú y se convertirá en un tema natural de conversación.