Cómo devolver un recibo domiciliado
Para devolver recibos domiciliados debe hacerse en un plazo máximo -ocho semanas si el pago estaba autorizado y 13 meses en el caso de que no- y justificando la razón.
La domiciliación de recibos es un servicio ofrecido por todas las entidades financieras. Ofrece al usuario la oportunidad de pagar facturas o todos los recibos sin necesidad de acudir a un lugar físico, descontándose automáticamente de la cuenta bancaria o tarjeta de crédito en la que haya domiciliado. Fácil y cómodo.
Pero puede pasar que, por error, se carguen en la cuenta recibos incorrectos, superiores a lo acordado o que no hayan sido autorizados. Cuando el cliente se da cuenta, ¿cómo puede solucionarlo ? Solicitando la devolución del recibo.
Plazos para efectuar las devoluciones
Por supuesto, pueden devolver el importe en un plazo determinado de devolución, que varía en función de si el cargo estaba o no autorizado. De acuerdo con la ley, cuando el pago estaba autorizado, la cantidad total debe ser reclamada en un plazo de ocho semanas (50 días para la mayoría de entidades). Si el consentimiento para su ejecución no se hubiera dado, se dispone de 13 meses para dar la orden de devolución, partiendo de la fecha del cargo en la cuenta corriente.
Una vez devuelto el recibo correspondiente pueden suceder dos cosas: que el banco le reintegre el importe que reclamó en un plazo de diez días o que el banco deniegue la devolución indicando los procedimientos disponibles para seguir reclamando el recibo (vía judicial, extrajudicial…).
Razones por las que se devuelve un recibo
El motivo más común por el que los usuarios devuelven un recibo es porque no están conformes con el importe, por ejemplo, cuando un cargo habitual de 40 euros se convierte en uno de 400. También quedaría justificada la devolución cuando el usuario ya no disfruta de los servicios de la entidad emisora pero sigue recibiendo el cargo. Un ejemplo de ello sería el del usuario que se muda de casa, pero sigue pagando las facturas de la luz de su antigua residencia.
Pero no siempre es tan fácil justificar la devolución. En algunas ocasiones, por ejemplo, se devuelven recibos por descubiertos en cuentas (clientes que se encuentran con su cuenta corriente en números rojos).
Consecuencias de no pagar los recibos
El impago, cuando no es justificado, puede traer graves consecuencias. Devolver un recibo mes tras mes puede causar, por ejemplo, el corte del suministro de los servicios contratados. Incluso podría llegar a darse una demanda por impago.
Por eso, tras la devolución de un recibo, se recomienda que se contacte inmediatamente con la entidad o empresa emisora del recibo.