Cómo organizar tus finanzas: el balance personal
El análisis de nuestra situación financiera personal resulta esencial cuando llega el momento de poner en orden nuestras finanzas personales. De ese modo, tratamos de calcular nuestro patrimonio neto y nuestros ingresos y gastos.
No obstante, analizar nuestro estado financiero requiere no solo analizar nuestra situación actual, sino también tratar de prever nuestra situación futura. Nuestra vida cambia y con ella nuestras finanzas. Los cambios predecibles son parte de nuestra situación de partida.
Por qué analizar nuestra situación financiera
Si queremos ir a Madrid nos interesará saber si estamos en Málaga o en Bilbao para saber si ir hacia el norte o hacia el sur. Aunque esto podría llegar a resulta obvio, no lo es tanto en las finanzas personales. En ocasiones, algunas personas intentan ir a algunos sitios con sus finanzas personales, cuando en realidad no saben en qué lugar están.
Otro motivo por el que es necesario obtener una buena fotografía de nuestra economía doméstica es para saber cuáles son nuestras necesidades presentes y futuras. De ese modo podremos hacerles frente y satisfacerlas en el momento que se presenten.
Cómo analizar nuestra situación financiera presente
Empecemos analizando las circunstancias personales:
- ¿Cuántas personas componen el hogar?
- ¿Cuántas personas traen ingresos a casa?
- Si la pareja está casada ¿en qué régimen matrimonial lo ha hecho?
- ¿Dónde vivimos?
- Y ¿permaneceremos allí mucho tiempo?
Continuemos haciendo una lista de nuestras principales posesiones a valor de mercado, si tenemos, y de nuestras deudas. Sería parecido a hacer un balance de una empresa. Así buscaremos encontrar nuestro patrimonio neto. En algunos casos nos podremos encontrar incluso que tenemos un “patrimonio negativo” si nuestras deudas superan a nuestros activos.
También deberíamos de entender el estado de nuestros ingresos y gastos. Normalmente los ingresos proceden del trabajo y si estamos en una posición mejor de activos (intereses de nuestros ahorros, alquiler de un inmueble, etc).
Nuestros gastos dependen de nuestro estilo de vida y de las circunstancias familiares. No obstante, deberíamos tener especialmente en cuenta los gastos de los considerados activos principales de la familia, como la vivienda y el coche y los gastos que nos puedan ocasionar en el futuro (reparaciones, renovación del vehículo, etc).
Cómo analizar nuestra situación financiera futura
A la hora de analizar los gastos e ingresos también resulta recomendable tener en cuenta las consideraciones futuras de los mismos a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, en el caso de los gastos: si nuestro coche nos está dando problemas tendremos que pensar que tal vez tendremos que cambiarlo y anotar aproximadamente cuanto nos costaría renovarlo.
También debemos de tener en consideración el posible devenir de los ingresos, teniendo en cuenta también posibles situaciones adversas. Si en una pareja uno de los dos tiene un empleo temporal, tendremos que tener en cuenta que tal vez esos ingresos desaparezcan en unos meses. Si el negocio familiar está en declive tendremos que aceptar que nuestros ingresos irán cayendo o incluso podrían llegar a desaparecer con el tiempo.
También tener presentes otros cambios predecibles que afectarán nuestra vida. La jubilación suele suponer una disminución de los ingresos que debemos de prever si no queremos disminuir nuestro poder adquisitivo. Los hijos por su parte suelen requerir un incremento del gasto a medida que crecen y hasta que son independientes financieramente.
También es importante recopilar los seguros que tenemos activos y leer bien las cláusulas de los mismos. Puede que nos encontremos con una familia que tiene dos seguros de vida en uno de los cónyuges pero en cambio ninguno en el otro, o que por no haber renovado la póliza no se encuentran asegurados.