Cómo las ‘startups fintech’ están cambiando la inclusión financiera en América Latina
Las 'startups' centradas en transformar las finanzas en la región han puesto el foco de sus soluciones en aquellas personas y empresas sub-bancarizadas o completamente fuera del sector bancario.
La inclusión financiera es todavía un reto en América Latina y el Caribe, a pesar de que sus beneficios son claros: ayuda a reducir la pobreza y contribuye al crecimiento económico. En la zona, el porcentaje de población adulta con acceso a una cuenta en el sistema financiero es de 54,4% (aproximadamente 247,3 millones de los 454,7), una cifra menor al promedio mundial (68,5%) y aún lejana del dato para los países de altos ingresos (93,7%), según el Banco Mundial. A pesar de ello, la región ha tenido una mejora respecto al 39% registrado en 2011. Pero todavía no es momento de cantar victoria.
Es por ello que el trabajo de las 'fintech' en la región se ha centrado en reducir esta brecha. El entorno 'fintech' vive su impulso particular en América Latina y el Caribe. En esa zona, los emprendimientos están contribuyendo a la inclusión financiera de la región, pues han puesto el foco de sus soluciones en aquellas personas y empresa que están sub-bancarizadas o completamente fuera del sector bancario.
De acuerdo con un análisis realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, un 46% de estos emprendimientos ha centrado sus productos en aquellas personas y compañías, principalmente pymes, que están sub-bancarizadas o completamente fuera del sector financiero. “Las 'fintech' representan una oportunidad para ofrecer servicios a estos segmentos de la población”, dice Sonia Monárrez, miembro del Grupo de Investigación con Enfoque Estratégico en Business Analytics de EGADE Business School.
Las nuevas tecnologías están reconfigurando el sistema financiero latinoamericano, dice la experta en un análisis. Estas 'startups' están promoviendo un mejor desempeño de las empresas, por ejemplo, agilizando las opciones de pago, facturación y reduciendo los costes. Asimismo, las firmas innovadoras están aportando incentivos que fomentan el ahorro y la inversión en la región, destaca Monárrez. Muchas son las posibilidades que ofrecen estas 'startups' en la mejora de los servicios, pero sin lugar a dudas de los 11 segmentos de negocio que se han identificado en la región, son tres los que dominan la escena con el 58% de los 1.166 emprendimientos que el BID y Finnovista han contabilizado en la zona. Pagos y remesas, préstamos y gestión de finanzas empresariales acaparan el mercado. Su impulso está dado gracias a la alta penetración de dispositivos móviles inteligentes en la región, que en 2017 ya alcanzó al 67% de la población, según datos de GSMA.
Entre estos tres últimos segmentos, el de pagos y remesas es la joya de la corona, pues controla el 24,4% de las empresas 'fintech' en América Latina. Además ha tenido un importante avance. Según un estudio realizado por Juniper Research, se estima que el valor de las remesas internacionales móviles superó los 25.000 millones de dólares en 2018, un incremento del 67% respecto a 2015.
“La innovación basada en la tecnología está creando nuevas soluciones a través de servicios diseñados según las necesidades y las realidades del cliente y mejorando así su calidad de vida”, dicen desde el Secretario General de las Naciones Unidas para Promover la Financiación Inclusiva para el Desarrollo. Para expandir las oportunidades que brindan este tipo de servicios 'fintech' en la región, se requiere tanto la acción del sector privado como la del sector público, advierte el organismo.
Una apuesta por el sector
Apostar por el ámbito 'fintech' es un pilar de la transformación digital de BBVA. En América Latina el banco se ha centrado en impulsar iniciativas como Open Talent, que busca emprendedores con soluciones disruptivas. El propósito de Open Talent es identificar nuevas empresas de tecnología financiera en sus fases tempranas de desarrollo, con frecuencia en etapa de 'seed capital' (capital semilla). Se trata de 'fintech' que están poniendo el foco por nuevas tecnologías (como APIs, SaaS, automatización y 'cloud computing') para desarrollar sus productos.
“La innovación basada en la tecnología está creando nuevas soluciones a través de servicios diseñados según las necesidades y las realidades del cliente y mejorando así su calidad de vida”
“Queremos encontrar las mejores ideas de negocio para revolucionar la forma en la que las personas y compañías gestionan sus datos y su dinero”, dicen desde la institución. Aunado a ello, BBVA ha puesto en marcha un protocolo de innovación abierta conocido como ‘fast track’, que permite agilizar y hacer más eficientes los procesos que el banco desarrolla junto con las ‘startups’ durante la implementación de nuevos productos y servicios digitales. Esta iniciativa, que surgió desde el área de Open Innovation, consta de cuatro etapas: definición, revisión, implementación y ejecución.
El reto está en poder llevar la prueba de concepto de una etapa a la otra en un marco de tiempo corto y ágil. En América Latina, el 'fast track' tuvo su primera implementación en BBVA Bancomer, en México, bajo la denominación de Open Sandbox, pero se ha extendido a otros países de la región como Colombia, Perú y Argentina.