Cómo impactará la recuperación de China y Estados Unidos en América Latina
La economía global parece mostrar síntomas de recuperación tras la crisis generada por el COVID-19. Esto se debe al mejor panorama que muestran China y Estados Unidos, las dos principales economìas del mundo. En el corto plazo, sin embargo, los beneficios para América Latina serán más bien limitados.
En días pasados, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dio a conocer sus nuevos pronósticos de crecimiento de la economía mundial. Según el organismo, se está viendo una recuperación más rápida de lo previsto.
Ese mejor panorama se puede vislumbrar gracias a que las dos mayores economías del mundo muestran un desempeño superior al esperado. La OCDE calcula que Estados Unidos se contraerá 3.8% este año, una caída mucho menor a la estimada previamente de 7,3%, en tanto que China crecerá 1,8%.
Repunte en Estados Unidos
La actividad económica en Estados Unidos ha repuntado en los últimos meses, aunque se mantiene en terreno negativo. La política fiscal ha sido fundamental en esa recuperación, de ahí que la Reserva Federal modificara sus proyecciones de crecimiento la semana pasada. Estima que el PIB se contraerá este año -3,7% (frente a -6,5% previsto en junio).
Las cifras proyectadas por la Fed y por la OCDE son más optimistas que la estimada por BBVA Research en su informe Situación Estados Unidos, de agosto pasado, en donde prevé una contracción del PIB de -5,1% este año. En general espera que en 2020 el consumo y la inversión caigan un 5,6% y un 6,7%, respectivamente, y que los flujos comerciales se reduzcan un 29%.
China mejor, aunque con desequilibrios
Y si bien China se presenta como la única potencia económica con un Producto Interno Bruto (PIB) positivo en 2020, su economía aún presenta desequilibrios. De acuerdo con BBVA Research, aunque la recuperación se extendió en la segunda parte del año, la demanda todavía está muy por debajo de la oferta.
En efecto, mientras la producción industrial creció 5,6% interanual en agosto, las ventas minoristas apenas empiezan a pasar a territorio positivo (0,5% interanual en agosto) y la inversión en activos fijos sigue en contracción (-0,3% interanual en el mismo mes). Teniendo en cuenta esta situación, BBVA Research proyecta que el país asiático crecerá 2,2% este año.
El impacto en América Latina
La recuperación que están mostrando Estados Unidos y particularmente China, los dos principales socios comerciales de América Latina, no parece que vaya a beneficiar mucho a los países de la región, por lo menos en el corto plazo.
"Hay que tener en cuenta que en varias de las economías asiáticas, la recuperación se ve más claramente por el lado de la oferta que por el de la demanda. Esta debilidad relativa de la demanda puede limitar el impulso positivo sobre las exportaciones de América Latina a la región", señala Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América del Sur, en declaraciones al periódico colombiano Portafolio.
Además, de acuerdo con BBVA Research, China debe concentrarse en estimular la demanda interna para recuperar el crecimiento por esa vía, por lo cual es de esperar que el gobierno chino dé prioridad al mercado local. Esto, sin duda afecta las exportaciones de América Latina hacia ese país.
Ruiz explica que la caída de la actividad económica en los países latinoamericanos se ha debido principalmente a la crisis generada por el COVID-19 y a las medidas restrictivas de movilidad que han afectado el desempeño empresarial, y no tanto a la caída del flujo comercial. Por eso, considera que la recuperación no dependerá de sus mercados externos, sino de la capacidad que tengan los países de la región para evitar que el virus se siga expandiendo. También de limitar el impacto negativo sobre la confianza de las familias y empresas, y de generar mecanismos de apoyo al sector productivo para evitar su destrucción.