¿Cómo funciona la ‘app’ española RadarCOVID?
La nueva aplicación de rastreo elaborada por el Gobierno de España, RadarCOVID, tiene como objetivo reducir las cadenas de contagios alertando a todos sus usuarios de si han estado en contacto en los últimos días con un positivo en COVID-19.
La aplicación nacional de rastreo desarrollada por el Gobierno —cuyo uso es totalmente voluntario— ha llegado en un momento en el que el pico de contagios por coronavirus en España vuelve a crecer. Tras superar su fase de pruebas, la ‘app’ ya está disponible y acumula más de cuatro millones de descargas. Sin embargo, el proceso técnico de integración en los sistemas de las diferentes CC.AA. continúa completándose y, por tanto, todavía habrá que esperar a que esté operativa en todo el país.
El origen de esta ‘app’ se remonta al pasado abril, cuando España anunció que se unía al consorcio de Rastreo Paneuropeo de Proximidad para Preservar la Privacidad (PEPP-PT) con la idea de crear una solución que permitiera luchar contra el virus respetando la legislación europea de privacidad y protección de datos.
Así, en plena crisis del coronavirus, a través de la SEDIA (Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial), el país se sumó a este proyecto, cuya misión es facilitar a los gobiernos mecanismos que les permitan desarrollar aplicaciones de rastreo locales que cumplan con estos principios de privacidad europeos. Unos meses más tarde, el resultado ha sido el desarrollo de RadarCOVID.
¿Cuál es su funcionamiento?
Esta nueva ‘app’ funciona utilizando la conexión ‘bluetooth’ —en concreto la tecnología ‘bluetooth low energy’, que apenas consume batería— del móvil en el que está instalada. A través de esta conexión, emite un identificador encriptado, anónimo, aleatorio y temporal —que no recoge ni información personal ni localización— y capta el que emiten los otros teléfonos a su alrededor. De esta forma, si dos terminales han permanecido a una distancia igual o menor de dos metros durante un tiempo mínimo de 15 minutos, ambos registran el identificador emitido por el otro.
Todo este proceso de identificación se desarrolla dentro del teléfono del usuario, sin salir hacia ningún servidor. Es decir, que la aplicación no comparte con un servidor centralizado ningún dato de actividad de su usuario, lo que hace imposible identificar o localizar a aquellos que la utilizan. Por tanto, garantiza en todo momento la privacidad de los usuarios y, tal y como indica la página oficial de la ‘app’, ni la Administración ni ninguna empresa puede acceder a información derivada de su uso, que se queda en el terminal de cada usuario.
Esto se debe a que su desarrollo está basado en el protocolo europeo DP-3T (Decentralized Privacy-Preserving Proximity Tracing), un modelo descentralizado que preserva la privacidad y que ha sido creado por un equipo europeo liderado por Carmela Troncoso, investigadora española de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza). Este protocolo se encuentra integrado en la API de Google y Apple.
Para todos aquellos que quieran consultar el código fuente de aplicación, la SEDIA lo ha publicado recientemente en un repositorio de Github. Un paso importante, no solo por la transparencia, sino también por seguridad, pues permite que la comunidad de desarrolladores pueda revisar cómo funciona la ‘app’ y reportar errores o contribuir con posibles mejoras.
¿Cómo se notifica la alerta?
Si uno de los usuarios de la ‘app’ da positivo en una PCR, las autoridades sanitarias le proporcionarán un código anónimo para que lo introduzca en la ‘app’ de forma voluntaria.
La ‘app’ recibe actualizaciones de nuevos positivos dos veces al día, por tanto, en el momento en que un usuario positivo introduzca este código, el servidor propagará la información encriptada sobre positivos. Esto permitirá a todos los terminales comprobar si han tenido contacto cercano con este usuario a menos de dos metros durante 15 minutos o más. En cuyo caso, la propia ‘app’ mostrará en la pantalla de estos terminales las indicaciones con los próximos pasos a seguir para que sus usuarios puedan tomar las precauciones necesarias.
En ningún momento del proceso se conocerá la identidad de la persona con el diagnóstico positivo, ni el lugar donde los terminales tuvieron contacto.
Actualmente, la ‘app’ envía esta notificación si el terminal ha estado en contacto con un positivo durante los últimos siete días. Sin embargo, Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, durante su participación en el evento DigitalES Summit, señaló que la idea es intentar ampliar este periodo para facilitar el control de la expansión.
Compatibilidad con las ‘apps’ europeas
En julio, la Comisión Europea aprobó desarrollar un marco legal y técnico que hiciera posible la interoperabilidad entre las aplicaciones de los Estados miembros que estuvieran basadas en un modelo descentralizado.
Si se alcanzara esta compatibilidad, aplicaciones como la alemana Corona Warn o la italiana Immuni funcionarían en España como una réplica de RadarCOVID, y por tanto, sus usuarios también recibirían la notificación de los positivos que se hayan registrado en la aplicación española. De esta forma, los ciudadanos europeos sólo tendrían que instalarse una de estas ‘apps’ para moverse por el continente de forma más segura.
Según anunció Calviño, España se encuentra dentro del primer grupo de países que a partir del 15 de octubre iniciarán las pruebas para la interoperabilidad. De momento, habrá que esperar para saber si los ciudadanos españoles podrán hacer uso de RadarCOVID a lo largo de Europa.