¿Cómo está impactando el coronavirus en la economía de América Latina?
Al inicio del 2020, BBVA Research estimaba un crecimiento para América Latina del 1,4%. Crecimiento que se iría consolidando en los próximos dos años, tras los malos datos registrados en 2019. Solo unos meses más tarde, el escenario ha cambiado completamente y la mayor parte de las economías mundiales se enfrentan a una profunda recesión.
Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América Latina, ha participado en una mesa redonda en la que varios expertos han debatido sobre el impacto del COVID-19 en las economías de América Latina. El encuentro, organizado por CAF- Banco de desarrollo de América Latina, estuvo moderado por Lino Solís de Ovando, editor general de América Economía, y contó con la participación de Adriana Arreaza, directora de Estudios Macroeconómicos de CAF y Carlos de Sousa, economista líder de Mercados Emergentes de Oxford Economics.
Los expertos trataron cuestiones como la eficacia de las políticas públicas para paliar el impacto económico de las medidas de aislamiento, y la importancia de proteger tanto a la clase media, como a la población más vulnerable, de las consecuencias de esta crisis.
Los mercados financieros, y especialmente los activos en economías emergentes se están viendo muy afectados por el impacto del COVID-19, además el costo del crédito en emergentes se ha disparado y el precio de las materias primas ha sufrido una fuerte caída.
Sobre las medidas llevadas a cabo por los gobiernos de los diferentes países, los expertos coincidieron en afirmar que es esencial que estas medidas estén enfocadas al mantenimiento del tejido empresarial, a dotar de liquidez a pequeñas y medianas empresas, a fortalecer los seguros de desempleo y las transferencias a las personas más vulnerables. Las medidas deben facilitar la recuperación, y que las empresas que antes de esta crisis tenían una buena posición, puedan seguir funcionando con normalidad. Para ello es necesario asegurar la liquidez y solvencia de familias y empresas y complementarlo con estímulos, tanto por el lado monetario, como por el lado fiscal, aunque algunos países parten con altos niveles de déficit y deuda pública, que dejan poco margen fiscal.
Salud y economía
Juan Ruiz quiso hacer hincapié en la importancia de dejar atrás la disyuntiva entre salud y economía. “Es una falsa disyuntiva. Cuanto más se controle la curva de contagios, más fuerte será la recuperación posterior”. El economista jefe de BBVA Research para América del Sur señaló los resultados de un reciente estudio que encuentra que, en la pandemia de la gripe de 1918, en las zonas en las que las medidas de precaución fueron mayores, la recuperación económica posterior fue también más sólida.
Ruiz también habló sobre la retroalimentación existente entre la informalidad laboral en muchos países de la región, y el impacto sanitario de la crisis. “La informalidad dificulta el confinamiento, y su vez, la prolongación de estas medidas sanitarias puede hacer que, debido a la destrucción de empleo, esta informalidad crezca”. Por ello es crucial romper ese círculo vicioso entre informalidad y contagio a través de un programa de transferencias dirigidas a los grupos más vulnerables (por lo general empleados en el sector informal) y que los programas de garantías de crédito se extiendan también al sector informal, que por lo general no tienen acceso al sistema financiero.
Es inevitable comparar esta crisis, con la crisis financiera vivida en 2009. En este sentido el economista jefe de BBVA Research para América del Sur afirmó que, a diferencia de hace poco más de una década, tenemos un choque de oferta, por el cierre de actividades para contener la epidemia. La producción colapsa no porque no se quiera consumir o gastar, sino porque no se puede trabajar o producir. Eso, por su parte, tiene un impacto de segunda ronda de menor demanda de esos sectores afectados. “El impacto que estamos recibiendo es más parecido al de un desastre natural, que está destruyendo las redes y relaciones económicas que hemos creado”, afirmó Juan Ruiz. Añadió que “en ese sentido, hay que tener políticas de impulso monetario y fiscal para prevenir esa caída adicional de demanda, pero no se puede revertir todos los efectos sobre la producción sólo con políticas de demanda. Ahí es donde es importante que entren las políticas de apoyo a familias y empresas, por el lado de liquidez e incluso de solvencia en algunos casos”.
Para poder abrir poco a poco la economía, los expertos coincidieron en afirmar que era necesario hacer pruebas aleatorias para identificar a los portadores del virus y a los que ya están inmunizados y un programa de trazabilidad de contactos de los nuevos infectados, para evitar una segunda ola de contagios tras esa reapertura.