¿Cómo consumir menos agua?
Nadie puede negar que el agua es y será un recurso vital para vivir. De todo el agua que existe en el mundo, solo el 1% es apta para el consumo humano. Son los países desarrollados los que más acceso tienen a este 1% de agua. Sin embargo, son estos países los menos conscientes de la importancia que tiene el ahorro diario de este recurso. Es necesario que todos utilicemos el agua de forma racional y que incorporemos unos tips a nuestras vidas que supondrá un ahorro de agua y dinero.
En casa
Lo primero que debemos hacer es arreglar cualquier fuga o avería que tengamos. Gota a gota podemos llegar a desperdiciar casi 30 litros diarios de agua. Una vez arregladas, comencemos con una de las partes de la casa donde gastamos más agua: el baño. Prueba a aprovecha el agua que se desperdicia hasta que sale caliente en la ducha. Llena directamente la fregona con esa agua o utilízala para regar las plantas.
Intenta que los largos y relajantes baños no formen parte de tu vida diaria, y súmate a las duchas. Ten en cuenta que por cada ducha de cinco minutos se consumen 100 litros de agua, mientras que en llenar la bañera podemos gastar 300 litros de agua. Dentro de la ducha, mientras te enjabones, intenta tener el grifo cerrado. Cierra el grifo mientras te lavas los dientes o te afeitas. Con este sencillo gesto se pueden ahorrar hasta 12 litros de agua por minuto. Si tenemos en cuenta que podemos tardar unos dos minutos en lavarlos los dientes, estarás dejando de consumir 24 litros. Del mismo modo, corta el grifo mientras enjabonas los platos si los lavas a mano.
Respecto al inodoro, intenta adquirirlos con doble descarga (pulsando uno de los botones sólo se emplea la mitad del agua de la cisterna, y con el otro toda el agua). En cuanto a los electrodomésticos, pon la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén llenos. Es preferible que utilices la lavadora que lavar a mano, ya que a mano se consume un 40% más de agua. No descongeles los alimentos con agua caliente. Se previsible y sácalos la noche de antes para que no tengas que recurrir al agua. Aprovecha el agua que has utilizado para hervir o la de descongelar el frigorífico.
En la piscina
Cada año, gastamos millones de litros en llenar o mantener las piscinas. Debemos incorporar unos sencillos pasos en nuestra rutina diaria para poder ahorrar unos pocos metros cúbicos de agua. Ve a la tienda y hazte con una lona. Es aconsejable que en invierno o cuando no se use la piscina, esta se tape con una lona. Mantendrá el agua limpia por mucho más tiempo y evitará que el agua se ponga verde por la formación de algas u otros motivos.
Protegiendo la piscina con la lona y realizándole los convenientes cuidados (depurado periódico, productos…), no será necesario que cambies el agua de la piscina de un año a otro. Podrás pasar hasta tres años con el misma agua. Por último, comprueba si tiene alguna fuga.
En el jardín
Aprovecha las llamadas “aguas grises” para regar o incluso fregar el patio. Estas aguas que proceden de las duchas, lavabos, baños, etc. pueden suponerte un gran ahorro. Lo ideal es que riegues las plantas al amanecer o al anochecer ya que son las horas más frescas. Si riegas cuando hace más calor, posiblemente parte del agua se evapore.
Instala un sistema de riego por goteo en vez de regar el jardín a manguerazos. Si en vez de un elaborado jardín tienes unas cuantas plantas, usa las regaderas o botellas que vayas a desechar para mantener el jardín. Además, para un mayor mantenimiento, puedes llenar unas cuantas botellas, y en el tapón hacer un pequeño agujero. Sitúa boca abajo la botella metida en la tierra de la planta. Cuando necesite agua, se encargará ella misma de absorbe el agua.
Si tienes un jardín grande, sitúa cada especie por hidrozonas. Es decir, las plantas deben estar agrupadas según su consumo de agua para facilitar la economía del sistema de riego. Para finalizar con esta zona, te recomendamos otros trucos como: instalar césped de bajo consumo, optar por especies autóctonas, eliminar las malas hierbas, etc.