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Ahorro Act. 12 nov 2018

Cómo ahorrar mediante PIAS o unit linked

Los unit linked y PIAS son dos productos financieros que te permiten plantearte un ahorro futuro. Ambos garantizan una cobertura en caso de fallecimiento. En definitiva es una forma de invertir, teniendo a la vez un seguro de vida o un fondo de ahorro

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¿Quién no ha pensado alguna vez en adquirir algún producto financiero que te permita un ahorro para el futuro? Creo que todos, y entre ellos encontramos los denominados unit linked y PIAS. Muchas son las razones que nos llevan a pensar en el ahorro para el futuro: compra de una vivienda, fondos para emergencias, una jubilación menos ajustada... Sea cual sea tu razón primordial, los PIAS y unit linked te permiten invertir y con las primas que se aporten o los rendimientos que generen formar un seguro de vida o un fondo de ahorro.

En cuanto al perfil del inversor de estos productos, puede que tú te sientas identificado. Los unit linked pueden interesar a ahorradores que invierten con vistas al largo plazo y capaces de asumir riesgos, con el objetivo de realizar una rotación en sus inversiones. Respecto a los PIAS, operan en un mercado más sofisticado, siendo un producto muy atractivo sobretodo para ahorradores mayores de 50 años, aunque no siempre se contrata como complemento a la jubilación, pudiendo obtenerse antes.

¿Qué son los unit linked?

Como podéis comprobar “unit linked” es una mera expresión inglesa que significa “vinculado a unidades de cuenta”, aunque también se suele definir como “aquellos seguros en los que el tomador asume el riesgo de la inversión”. Sea cual sea la traducción escogida, se trata de seguros de ahorro-vida en los que el asegurado asume el riesgo que conlleva la inversión y que evidentemente garantiza una cobertura en caso de fallecimiento. Es una forma de invertir, teniendo a la vez un seguro de vida.

Este tipo de producto no garantiza que vayas a obtener una rentabilidad por mínima que sea, quedará a manos del azar de dónde tú decidas invertir o cambiar las inversiones (suelen ser cestas de activos, fondos de inversión…). Mayoritariamente, las primas aportadas se destinan a la inversión en participaciones de fondos de inversión, y la parte de la prima no invertida en fondos de inversión se destina a la contratación de un seguro de vida de riesgo puro.

Respecto a su funcionamiento, es muy sencillo, ya que el cliente es quién decide todo: él es quien distribuye la prima que aporta en todas las alternativas de inversión que le ofrecen, y cuando esa prima ya es ahorro acumulado, la puede cambiar a su antojo de sitio. Ten en cuenta a la hora de los cambios que las entidades suelen tener un número determinado de cambios sin comisiones, y luego se aplican unos gastos. Por ejemplo, 5 cambios al año sin comisiones y 10 euros de gastos cuando superas el quinto.

Para hablar de la fiscalidad de este producto, hay que tener en cuenta que, en el caso de que finalice el contrato y el asegurado siga viviendo, las prestaciones derivadas de un seguro tributan en el IRPF. En el caso contrario de que el asegurado fallezca antes de que cumpla el contrato, lo harán en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Los rendimientos procedentes de los contratos de seguro de vida individuales reciben el tratamiento fiscal de rendimiento de capital mobiliario, independientemente de si se percibe como renta – se establecen unos coeficientes de integración para saber el rendimiento sujeto a gravamen- o como capital – el rendimiento será la diferencia entre la cantidad recibida y las primas pagadas-.

Por tanto, al igual que el resto del ahorro desde el pasado uno de enero del 2012, la tributación de los rendimientos se divide en tres tramos:

  • Un 21% para los primeros 6.000 euros.
  • Un 25% para importes entre 6.000,01 y 24.000 euros.
  • Un 27% para cantidades restantes.

En definitiva, es un tipo de fórmula de inversión que reúne las ventajas fiscales de los seguros de vida con la rentabilidad y la liquidez de los fondos de inversión. Ahora solo te toca decidir si quieres uno y decidir entre los cuatro tipos de seguros existentes: seguros de capital diferido, seguros de rentas vitalicias inmediatas, seguro de rentas temporales inmediatas y seguros de rentas diferidas.

¿Qué son los PIAS?

Los planes individuales de ahorro sistemático, o coloquialmente conocidos como PIAS, comenzaron a comercializarse a raíz de 2007, son un producto financiero de ahorro que puede adquirirse en entidades aseguradoras. Con las primas que se aportan se forma un fondo de ahorro con un interés garantizado y al mismo tiempo cubre el riesgo de fallecimiento.

El límite máximo anual que se puede aportar a este tipo de planes está fijado en 8.000 euros, con un volumen máximo alcanzado que no puede superar los 240.000 euros.

Su finalidad es ir acumulando un capital a lo largo del tiempo, que puede servir como complemento a la pensión pública de jubilación. Su objetivo es incentivar la contratación de rentas vitalicias aseguradas. De hecho, este producto se configura como un contrato firmado con entidades aseguradoras para constituir con los recursos aportados una renta vitalicia, es decir, el pago de una renta mensual con una cuantía conocida de antemano, que dependerá del capital total acumulado.

Su principal ventaja es que pueden rescatarse en cualquier momento, característica que los diferencia de los planes de pensiones. Si se realiza un rescate total o parcial antes de los diez años de la primera aportación, los rendimientos tributarán, al igual que el resto del ahorro, como rendimiento de capital mobiliario, ya mencionado anteriormente. En el caso de un rescate parcial, se aplicará el criterio FIFO.

Deciros que hasta que no pasen los años y los PIAS alcancen cierta madurez que permita a las entidades financieras hacer inversiones algo más agresivas, se trata de planes dirigidos a inversores conservadores.

Por ello, se espera que cuando pasen los años terminen funcionando igual que los unit linked. Y no penséis que es porque es un producto poco contratado, nada más lejos de la realidad, ya que en diciembre de 2011 los PIAS gestionaban más de 2.596 millones de euros pertenecientes a un total de 647.921 inversores.