¿Cómo afrontar los nuevos desafíos globales?
El Espectador publicó una columna de opinión de la economista jefe de BBVA Research en Colombia, Juana Téllez, donde hace énfasis en los desafíos globales a los que se enfrenta Colombia ante un eventual desaceleración de la economía mundial.
La economista hizo referencia a la portada de The Economist de la semana pasada, que estuvo dedicada a qué tan grave podría ser la próxima recesión mundial que activó las antenas para pensar qué tan preparada está la economía colombiana ante un escenario como este.
En este contexto, Téllez enumeró los cinco desafíos globales más apremiantes a los que se enfrenta Colombia ante un bajo crecimiento global: mayores tasas de interés globales y menor liquidez, escalada proteccionista, menor crecimiento global y desaceleración en China, menores precios de productos básicos y una baja inversión.
“Hasta el momento, Colombia ha enfrentado bien los desafíos que se están formando en el ambiente y también la coyuntura de volatilidad de los países emergentes gracias a una combinación de buenas instituciones económicas, respeto a la independencia del banco central y de la regla fiscal, tasa de cambio flexible, baja inflación y la capacidad de hacer un uso ordenado del consumo y la inversión en momentos de tensión”, afirmó Téllez.
Para los próximos meses, se espera una desaceleración de la economía para lo cual Colombia debe estar preparada.
Mayores tasas de interés globales y menor liquidez, escalada proteccionista, menor crecimiento global y desaceleración en China, menores precios de productos básicos y una baja inversión, los desafíos que tendrá que afrontar Colombia ante una desaceleración de la economía mundial.
No obstante, la economista jefe hizo énfasis en la necesidad de seguir haciendo más para el país siga diferenciándose positivamente y afronte bien estos desafíos globales.
En este sentido, señaló los esfuerzos deben centrarse en acciones como mejorar el esquema tributario para promover la competitividad y la productividad; propender por acciones que lleven al uso productivo de la tierra; mejorar el financiamiento y/o cobertura del sistema de seguridad social; reformar el sistema de justicia para hacerlo más ágil y creíble; impulsar la regulación del sistema financiero que lo fortalezca y lo prepare para los desafíos futuros y promover activamente la transformación digital.