Colombia da un paso definitivo para poner fin al conflicto armado con las Farc
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Timoleón Jiménez, alias Timochenko, firman hoy, en el Centro de Convenciones de La Habana, Cuba, el acuerdo sobre terminación del conflicto, que pone fin a más de 50 años de guerra.
Los negociadores del Gobierno y de las Farc anunciaron ayer que llegaron a un acuerdo para el cese de fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, y las medidas de seguridad para los guerrilleros que decidan ingresar al proceso de paz, el cual será sellado con las firmas del mandatario colombiano y del líder del grupo guerrillero.
Los testigos de excepción de este acuerdo serán el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el canciller de Noruega, Borge Brende, que actuaron como países garantes de las negociaciones, las cuales iniciaron el 19 de noviembre de 2012 en la Habana, luego de la instalación de la mesa de diálogo, el 18 de octubre, en Oslo.
Los presidentes de Chile, Michelle Bachelet, y de Venezuela, Nicolás Maduro, acompañarán la firma de este acuerdo como países facilitadores del proceso, al igual que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, organismo que verificará el proceso de desmovilización y entrega de armas. También asistirán los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez, y de República Dominicana, Danilo Medina, en su calidad de presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericano y Caribeños (Celac), así como los delegados especiales para el proceso de paz de los Estados Unidos, Bernie Aronson, y de la Unión Europea, Eamon Gilmore.
Puntos claves del acuerdo
Este acuerdo de fin del conflicto entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc incluye varios puntos importantes: el primero de ellos tiene que ver con los términos del cese del fuego y hostilidades bilateral y definitivo, que se haría efectivo en uno o dos meses y en el cual tanto el gobierno como la guerrilla se compromete a no realizar acciones militares. Desde el 20 de julio de 2015 las Farc mantienen un cese unilateral del fuego, en tanto que el gobierno suspendió los bombardeos aéreos a los campamentos del grupo rebelde.
Un segundo punto tiene que ver con el proceso de dejación de las armas y las zonas de concentración temporal de la guerrilla una vez se desmovilice (entre 7.000 y 9.000 guerrilleros). Se habla de que serán entre 22 y 28 zonas que se denominarán “veredas de concentración” y que estarán ubicadas en la parte rural y sitios despoblados, es decir, que no van a estar cerca de áreas urbanas.
La dejación de armas es un proceso de duraría seis meses y Naciones Unidas será garante y se encargará de verificar en cada uno de los sitios del país destinados para este efecto, que se entregue hasta la última arma.
Otro punto clave del acuerdo tiene que ver con las garantías de seguridad para quienes se desmovilicen, así como la lucha que emprenderá el Estado contra las organizaciones criminales sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo “responsables de homicidios y masacres o que atenten contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos”, como lo indica el comunicado difundido este miércoles por las partes.
Se espera que el presidente de Colombia y el líder de las Farc anuncien cuál será el mecanismo de refrendación de los acuerdos que aceptan ambas partes: si mediante un plebiscito como lo plantea el Gobierno, o una asamblea nacional constituyente, como lo vienen promoviendo la guerrilla desde el inicio de las negociaciones. Al parecer esta última renunciaría a su propuesta.
El presidente Juan Manuel Santos estimó que los diálogos podrían quedar finalizados el próximo 20 de julio y con ello se pondría fin de manera definitiva a un conflicto interno con la guerrilla más antigua del continente, que ha dejado más de 220.000 muertos y millones de desplazados. Entre tanto, las Farc escribieron en sus redes sociales “jueves 23 de junio, último día de la guerra”.