¿Y si el cobre llega a US$ 3 la libra? Efectos en la economía chilena
El precio del cobre ha tenido un alza considerable desde fines de octubre, pasando de cotizarse a US$ 2,10 la libra a US$2,65 la libra (+26%). Parte de esta alza se produjo después de las elecciones en Estados Unidos, pero lo cierto es que la tendencia alcista partió antes de dicho evento y tiene que ver tanto con noticias favorables de la economía China, como con actividad especulativa.
Si bien es pronto para saber qué fracción de este aumento es transitorio y qué parte es permanente, es importante señalar que el alza no era anticipada por analistas, Banco Central o Hacienda al momento de elaborar la ley de Presupuestos de 2017. Nuestra visión es que una parte del alza del precio es transitorio y, por lo tanto, tiene el riesgo de diluirse en las próximas semanas, pero alternativamente para la formación de expectativas, es válida la pregunta: ¿Qué pasaría si el precio llega a US$3 la libra y se queda en esos niveles? Los efectos son diversos e incluyen distintas variables, tales como el tipo de cambio, la actividad del sector minero, los ingresos y resultados fiscales, el financiamiento público y, eventualmente, los espacios de gasto del gobierno.
Estimamos que el tipo de cambio estaría unos $15-$20 por sobre los niveles actuales de no ser por el alza que ha experimentado el precio del metal. Por su parte, todo lo demás constante, un paso desde los niveles actuales a US$ 3 la libra, significaría una caída del tipo de cambio de en torno a $10, en un escenario donde los efectos de portafolio (sell off activos emergentes) no continúan.
En cuanto a la actividad minera, con un precio del cobre de US$ 3 la libra es probable que se reactiven algunos proyectos detenidos producto de la caída en la cotización del metal rojo, lo que ciertamente tendría efectos positivos en la actividad y en la demanda de trabajo del sector, generando externalidades positivas sobre otros sectores económicos.
"Si el precio de referencia del cobre se revisa desde US$ 2,56 la libra a US$ 3,0 la libra, estimamos que significaría una disminución del déficit estructural a una cifra menor a 1% del PIB en 2016 y 2017
Sin embargo, aquello requerirá no solo de la permanencia del precio del metal en niveles altos, sino también condiciones financieras adecuadas de las empresas mineras, afectadas en lo más reciente por costos altos y balances deteriorados. No estaría garantizado que el positivo shock de términos de intercambio aumente o acelere la inversión en el sector minero global con la velocidad observada en el pasado. Por cierto, otro efecto de este escenario hipotético es que las negociaciones salariales que se avecinan serán mucho más complejas, con demandas de los trabajadores que se incrementarían de la mano de los mayores precios.
En relación con la situación fiscal, si el precio del cobre sube a US$ 3 la libra y se mantiene en ese nivel todo el próximo año, implicaría una mejora en el balance fiscal efectivo. En efecto, el mayor precio del cobre tiene un impacto directo en los ingresos vinculados a la minería que estimamos en torno a US$ 2.800 millones. Estos mayores ingresos irían directamente a mejorar los ingresos efectivos, a reducir el déficit fiscal efectivo y las necesidades de financiamiento (emisión de deuda soberana) para el próximo año, disminuyendo la presión alcista sobre las tasas de interés de largo plazo, por la menor oferta de papeles soberanos.
Adicionalmente, una eventual alza y mantención del precio del cobre en US$3 la libra podría generar una discusión respecto de si corresponde revisar el precio de referencia del cobre (precio promedio para los próximos 10 años). Esta es una decisión autónoma de expertos independientes, citados para tal efecto por el Ministerio de Hacienda. ¿Qué pasa si el Ministerio hace una consulta anticipada como lo hizo este año? Más aún, ¿qué pasa si los expertos suben el precio de referencia del cobre? Lo que pasaría es que la situación fiscal estructural del gobierno mejora de forma automática, pero la regla fiscal no entrega espacios de mayor gasto.
Si asumimos que el precio de referencia del cobre se revisa desde US$ 2,56 la libra a US$ 3,0 la libra, estimamos que significaría una disminución del déficit estructural a una cifra menor a 1% del PIB en 2016 y 2017. Al descomprimirse en alguna medida el escenario fiscal para el gobierno, las presiones de gasto que enfrentará el Ministro de Hacienda desde la misma bancada de gobierno pueden renacer con renovada fuerza, especialmente considerando la proximidad de las elecciones presidenciales en el último año de esta administración.