Cómo influyen los sesgos inconscientes en la lucha por la igualdad
Los sesgos de género continúan siendo una realidad, pese a los avances logrados en materia de defensa de los derechos de la mujer. Con ocasión de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, BBVA abordó la discusión de los sesgos inconscientes que todavía persisten en las empresas.
“Las organizaciones aún tienen barreras inconscientes con las que se están poniendo freno a un entorno diverso. Se deben destruir para lograr un ambiente laboral con equidad de género en el que las oportunidades sean igualitarias”, afirmó Carlos Andrés Arango, consultor en equidad de género, mercado laboral y derechos humanos.
Arango lideró la charla ‘El camino a la diversidad’, que hizo parte de las actividades adelantadas por BBVA en Colombia en el marco de la celebración del Día de Internacional de la Mujer.
¿Qué son los sesgos inconscientes y cómo romperlos?
Los sesgos inconscientes son atajos mentales para definir una situación, persona o grupo. “Los seres humanos definen a las personas, animales u objetos según lo que se ha enseñado o lo captado por las percepciones básicas como lo visto o escuchado, es decir, que se basan en prejuicios. Más que buenos o malos, son peligrosos y enemigos de la diversidad”, afirmó el consultor.
Existen diferentes tipos de sesgos según el contexto, entre los más comunes se encuentran: el de afinidad, en el que las personas sienten mayor seguridad al estar con otro que les parezca familiar o similar a sí mismo, así no lo conozcan; el de belleza, aquel en el que los sujetos creen que ser bello es antónimo de ser inteligente y el de género, que se entiende como la creencia de que los hombres tienen mayores habilidades que las mujeres.
“No somos conscientes de lo inconscientes que somos”
El sesgo de género ha provocado que, para las mujeres, exista una limitación a la hora de buscar un ascenso laboral, a esto se le denomina ‘techo de cristal’, concepto creado por Marilyn Loden en 1978. “La metáfora del cristal sirve para explicar que hay unos obstáculos que normalmente son invisibles”, comentó la autora en una entrevista con la BBC.
Para Arango, “es importante identificar y buscar, en la cotidianidad, casos en los que se haya roto el techo de cristal”, permitiendo que las personas se alejen de los estereotipos y entiendan que hay diferentes formas de vivir su feminidad.
“Cuando eliminamos los sesgos inconscientes, se da una mayor aceptación de la diversidad, se generan más oportunidades, hay mayor crecimiento económico y mejor productividad”, concluyó Carlos Andrés Arango.
Gerda Westendorp Restrepo y Gabriela Peláez fueron las primeras mujeres en asistir a instituciones de educación superior en Colombia. La primera de ellas estudió medicina en 1935 y la segunda derecho en 1936. Fueron mujeres que, en su época, lograron cambiar los prejuicios de género e hicieron parte de una revolución que ha venido cambiando progresivamente la mentalidad del país.
La charla "El camino a la diversidad" tuvo como propósito deconstruir los sesgos inconscientes que tiene la sociedad y reconocer que no se trata de tener derecho a ser iguales, sino a ser diferentes.
Mujeres BBVA
En el caso de BBVA, la empresa adelanta varias iniciativas para romper los sesgos de género y resaltar la importancia de la equidad.
“Ser sostenibles, como empresa, también tiene retos en lo social. Por eso, desde hace años, en BBVA se fomenta la igualdad de género, con iniciativas que buscan abrir cada vez más espacios para la participación de las mujeres”, explicó Jorge Hernández, vicepresidente ejecutivo de Talento y Cultura de BBVA en Colombia.
“Poner en la discusión de todos los días los temas de género y diversidad es muy importante para el banco, en Colombia y a nivel global. Todas las mujeres que tenemos cargos directivos debemos apoyar a las personas que quieran ascender en la compañía”, comentó Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research en Colombia.
Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia, Raquel Llerena Polo, directora de Relaciones Laborales de BBVA en Colombia y Carlos Andrés Arango, consultor en equidad de género, mercado laboral y derechos humanos.