¿Cuáles son los diferentes tipos de cheques en Colombia y para qué se utilizan?
A pesar de que pagar con un cheque está en desuso, aún representa el 1.41% de las transacciones que se hacen en el país. Son las empresas las que tienden al empleo de esta forma transaccional.
Los instrumentos de pago desempeñan un papel esencial en la estabilidad económica de cualquier país, ya que determinan el funcionamiento del comercio y tienen un impacto significativo en la vida de sus ciudadanos. A través de estos se establecen relaciones monetarias que conforman la base de cualquier sistema financiero moderno. En el caso específico de Colombia, destacan el efectivo, las tarjetas de débito y crédito, las transferencias electrónicas y los cheques.
“Los cheques son un medio de pago más que se utiliza en el país”, dicen desde la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria). Son utilizados, principalmente, por las empresas para realizar pagos a proveedores y a empleados. También son usados por algunas personas para hacer compras de bienes y servicios entre privados, pagos de servicios públicos, impuestos y otras obligaciones. “Son un medio de pago seguro, ya que el dinero no se entrega físicamente sino hasta que el cheque se cobra, y son confiables, porque están debidamente respaldados por las entidades financieras que los emiten”, explica Adriana María Ovalle Herazo, responsable de la Dirección de Transformación Digital e Inclusión Financiera de Asobancaria.
Recientemente, en una encuesta realizada por el Banco de la República sobre el uso de estos instrumentos, se descubrió que en la distribución de la tenencia de medios e instrumentos financieros, predominan en el mercado las cuentas de ahorro (con un 50.08% de cuota), los depósitos electrónicos (con el 41.56%) y las tarjetas de débito (con un 35.17%). En contraste, se observó que tienen una importancia limitada las cuentas corrientes (con un 8.43%) y los cheques (con un 1.41%).
“Hoy se utiliza para hacer negocios en comercios, generalmente”, comenta María Macias, jefa del departamento de Finanzas en la Universidad de La Sabana. Normalmente, el cheque va ligado a una cuenta corriente que es una cuenta transaccional que nos sirve para recibir dinero de diferentes clientes y para hacer pagos a diferentes proveedores. “Ahora se emplea para entregar cantidades de dinero grandes, pero también para poder programar un pago, es decir, puedo entregar varios cheques postfechados para que sean cobrados en un momento del futuro”.
El uso de cheques (inter e intrabancario) ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos diez años en el país, dice el último Reporte de Infraestructura Financiera publicado por el Banco de la República. La disminución en valor fue del 2% (-14% ajustado por inflación) entre 2021 y 2022, descendiendo de 851 millones de pesos colombianos a un promedio bruto diario de 831 millones. En términos de cantidad, se registró una reducción del 15%, disminuyendo de 35.900 (en 2021) a 30.500 transacciones promedio diarias (en 2022). El 87% del valor total de los cheques liquidados en 2022 provino de entidades comerciales, y el resto correspondió a personas individuales. La mayoría de los cheques emitidos por empresas (40%) fueron por montos superiores a 200 millones.
En Colombia, existen distintos tipos de cheques, entre los que se encuentran:
- Cheque al portador: Es el tipo de cheque más común. No tiene beneficiario, por lo que puede ser cobrado por cualquier persona que lo tenga en su poder. “Se utiliza principalmente para realizar pagos pequeños o para transferencias de dinero”, dice Ovalle Herazo, de Asobancaria.
- Cheque nominativo: Indica el nombre del beneficiario. Solo puede ser cobrado por la persona o entidad que figura como beneficiario. Se usa principalmente para proceder pagos a personas o entidades específicas.
- Cheque cruzado: Tiene dos líneas paralelas en el anverso. Solo puede ser cobrado mediante una cuenta bancaria. Se utiliza principalmente para hacer pagos de grandes cantidades de dinero.
El procedimiento de cruzar un cheque implica restringir su cobro exclusivamente a un banco específico. Por ejemplo, si se cruza un cheque a nombre de BBVA, solo dicho banco podrá efectuar su cobro. Estos suelen requerir su consignación o depósito en cuenta. Casi nunca es posible convertirlo a efectivo, pero depende de las condiciones de cada una de las instituciones financieras.
Al limitar su canje al depósito en una cuenta bancaria, el cheque cruzado ayuda a prevenir el manejo directo de grandes sumas de dinero en efectivo, lo que reduce el riesgo de pérdida o robo durante la transacción.
- Cheque certificado: Es un cheque al portador que ha sido avalado por el banco. El banco garantiza que el cheque tiene fondos suficientes para ser cobrado. “Se emplea principalmente para realizar pagos de grandes cantidades de dinero o para transacciones comerciales”, destaca Ovalle Herazo.
“La gerencia del banco lo está respaldando. Garantiza la existencia de fondos”, agrega Macias. Este tipo de cheque es beneficiosa tanto para los emisores, al asegurar la entrega del pago, como para los beneficiarios, al garantizar la disponibilidad de fondos al momento del cobro.
- Cheque de viajero: Es un tipo de cheque nominativo que se utiliza para realizar pagos en el extranjero. Se puede adquirir en los bancos y en las casas de cambio. “Son los más conocidos y los emiten Visa, Mastercard o American Express para llevar moneda extranjera a determinados países”, dice la experta universitaria.
“En tiempos pasados, el cheque solía ser un sustituto cercano del efectivo. Sin embargo, en tiempos más recientes, los medios electrónicos han desplazado la importancia que en algún momento llegó a tener”, concluye la representante de Asobancaria.