Retos y enseñanzas para el ecosistema fintech tras la contingencia de COVID-19
El ecosistema fintech en Latinoamérica cuenta con cerca de 1.500 actores, entre los que se encuentran startups, reguladores y compañías tradicionales, como los bancos. Tras la pandemia, el ecosistema ha presentado varios retos y enseñanzas para las startups de Colombia y la región.
El primer ecosistema con mayor número de fintechs en la región es México (238), el segundo es Brasil (230) y el tercero es Colombia (200). A pesar de que la llegada del COVID-19 aceleró los procesos y servicios de las fintech, algunos lo han hecho a un ritmo más rápido que otros, como es el caso de los pagos digitales.
“La sociedad está haciendo más pagos por medio de monederos y billeteras electrónicas. Incluso el Gobierno colombiano está entregando los auxilios a muchas personas a través de estos canales digitales, aumentando el número de personas que, durante estos meses, han accedido al sector financiero mediante estos mecanismos”, afirmó Erick Rincón, presidente de la Asociación Colombiana Fintech, durante la transmisión en vivo ‘Ecosistema fintech latinoamericano luego del COVID 19’, de BBVA Open Innovation.
A diferencia del sector de pagos digitales, el crédito digital no ha crecido de la misma forma que las billeteras virtuales, ya que se requieren recursos que permitan fondear las operaciones y actualmente, las empresas que se dedican a dar créditos a empresas y personas tienen recursos muy limitados.
Entre los aprendizajes y enseñanzas que le ha dejado la contingencia al ecosistema fintech, está la importancia de fortalecer su patrimonio.
Según Rincón, las empresas que se dedican a dar créditos lo hacen a través de dos fuentes. En primer lugar están los recursos propios, los cuales tienen un límite y recursos de los inversionistas. Normalmente es la mayor fuente de fondeo y que actualmente se encuentra paralizada como consecuencia de la crisis económica derivada de la contingencia.
Otro de los segmentos del ecosistema fintech es el regtech o tecnología financiera para el cumplimiento. Este segmento está creciendo junto al constante uso de medios electrónicos, donde es necesario contar con las herramientas digitales que pueden evitar las posibles vulnerabilidades de seguridad, y a su vez, ayudan a las entidades financieras a cumplir con la regularización.
En cuanto al factoring, que es un mecanismo de financiación a corto plazo por el que una entidad financiera adelanta los cobros a un negocio, ha reducido su dinámica, como consecuencia de la reducción del volumen de uso de facturas por parte de las empresas, con resultado de la contracción de la economía.
El primer ecosistema con mayor número de fintechs en la región es México (238), el segundo es Brasil (230) y el tercero es Colombia (200).
Solvencia de las fintech
Entre los aprendizajes y enseñanzas que le ha dejado la contingencia al ecosistema fintech, está la importancia de fortalecer su patrimonio. “Las empresas no sabían cuál sería el impacto de la contingencia en su economía, tampoco contaban con las cuarentenas extendidas, por ello, esta situación se ha convertido en un aprendizaje para buscar formas de cuidar su patrimonio”, aseguró el presidente de Colombia Fintech.
Mayor regulación
Por otro lado, la necesidad de modernizar la regulación de los pagos digitales es evidente.
Desde hace año y medio existen proyectos de ley para lograr su actualización, pero ahora, en medio de la pandemia, no se ha expedido una norma para su modernización.
Más educación financiera
El tercer aprendizaje es la necesidad de seguir trabajando en la educación financiera, a través de plataformas tecnologías y modelos de inclusión basados en estos. “Nos queda muy claro con las cuarentenas vividas, que la necesidad de usar medios electrónicos es una realidad”, afirmó Rincón.
En este caso, uno de los principales retos, es cerrar la actual brecha cultural donde no todas las personas pueden tienen acceso a los servicios digitales. En este caso, Rincón hizo énfasis en la necesidad de seguir trabajando entre el Gobierno, las fintechs e instituciones financieras tradicionales para lograr una mayor interoperabilidad.