Qué son y para qué sirven las cesantías
El próximo 14 de febrero, las empresas y las personas naturales en Colombia que cuenten con empleados a su cargo, deberán consignar esta prestación social de sus trabajadores en los fondos privados para este fin.
Las cesantías constituyen una forma de ahorro obligatorio. Como se trata de una prestación social, se obliga al empleador a pagar a sus trabajadores un adicional al salario ordinario que se debe consignar en un fondo específico escogido por el empleado. El monto de esta retribución equivale a un mes de salario por cada año trabajado del empleado, que para 2020 corresponde a 877.803 pesos.
Para realizar la liquidación de esta obligación, el empleador calcula el tiempo trabajado por el empleado desde el 1 de enero al 30 de diciembre, en este caso del 2019. Si el trabajador laboró el año completo le será consignado un mes de salario, de lo contrario recibirá los recursos de manera proporcional al tiempo trabajado.
De acuerdo con cálculos de Asofondos, gremio que agrupa a los fondos de pensiones y cesantías del país, unos de 6,4 millones de trabajadores recibirán este 14 de febrero su pago por concepto de cesantías.
¿Qué usos se les pueden dar?
Según el Ministerio de Trabajo, el objetivo de las cesantías es servir como auxilio para el trabajador en caso de quedar sin empleo. Sin embargo, este ahorro también puede ser utilizado para educación y compra de vivienda. Recientemente, se estipuló que estos recursos pueden ser utilizados con propósito educativo para los dependientes del afiliado al fondo de cesantías.
Según el mismo estudio, el 50% de quienes realizan el retiro de estos recursos lo hace con fines de vivienda, mientras el 11,7% lo hizo por terminación del contrato de trabajo, siendo este último rubro el que mayor crecimiento tuvo en 2019. Y en lo que corresponde a educación tan sólo el 10% lo uso con este fin.
El 50% de quienes realizan el retiro de las cesantías lo hacen con fines de vivienda.
Opciones de financiación
El no cumplimiento de esta obligación puede acarrear sanciones a la empresa, como es el caso del pago de un día de salario del empleado por cada día de retraso en la consignación de estos recursos.
Con el fin de ayudar a que las compañías cumplan con esta prestación, BBVA cuenta con una oferta de créditos a corto plazo con un plazo máximo de un año, con amortización a capital e intereses mensuales o trimestrales que se adapta el flujo de pago del empresario. Se ofrecen con tasas competitivas y variables como IBR y DTF, con una notoria disminución frente a la tasa tradicional, y beneficios adicionales como el no cobro de comisión por el estudio de crédito.
Además, BBVA dispone de líneas dirigidas a sectores específicos, como la de Agrocesantías, especialmente diseñada para empresas del sector agropecuario en condiciones de financiamiento del Fondo para el Financiamiento Agropecuario (Finagro).
De esta manera, la entidad busca ofrecer a los empresarios alternativas de liquidez con el propósito de facilitarles el cumplimiento de esta obligación.