Los héroes de la cuarentena en Colombia
Durante la cuarentena, mientras en Bogotá y el mundo millones de personas pueden estar a salvo en sus casas resguardados de la peor pandemia en la historia moderna, miles de hombres y mujeres salen todos los días a las calles con un propósito: ayudar a salvar vidas y prestar un servicio para que los demás no tengan que salir de casa.
Son los héroes de la cuarentena: médicos, enfermeras, vigilantes, aseadores, domiciliarios, conductores del servicio público y de ambulancias, y funcionarios de entidades financieras como BBVA, que por estos días van a las oficinas a atender a los clientes que requieren acceder a estos servicios.
Médicos en emergencia
“Nunca pensé llegar a vivir una crisis tan profunda como la que estamos viviendo por culpa del COVID-19. Nosotros también tenemos miedo, miedo de contagiarnos y de contagiar a nuestras familias; sin embargo, estamos dispuestos a ayudar en todo lo que se pueda”, dice Carlos Núñez, un médico general que presta sus servicios en Bogotá, en uno de los hospitales que por estos días le hace frente a la pandemia.
Vidas a domicilio
Gran parte del mundo lleva confinado alrededor de dos meses. Durante este tiempo, algunas actividades económicas han estado en los hombros y en las piernas de cientos de miles de domiciliarios que, en moto, en bicicleta o a pie, hacen hasta lo imposible por entregar a tiempo víveres, alimentos preparados, medicamentos, libros y hasta repuestos para lavadoras, televisores y computadores.
Rolando Rodriguez* es uno de ellos. Trabaja para Rappi y por estos días ha logrado ahorrar un dinero que seguro en otro tiempo, no hubiera podido juntar. Vive en un hotel en el sector del centro de Bogotá, un pagadiario, con su esposa y su hija de año y medio, él trabaja jornadas de 12 y 14 horas y sueña con poder llevar a su familia a un apartamento cuando todo vuelva a la normalidad.
“Soy venezolano y desde que comenzó la cuarentena trabajo sin parar, la mayor parte del día haciendo varios turnos, incluso con otras empresas de domicilios. No tengo miedo, pues la necesidad es mayor. Y ahí voy, juntando un dinero para ver si cuando todo esto pase puedo llevarme a mi mujer y a mi hija para una casa decente”, dice este hombre que a sus escasos 22 años terminó la secundaria y alcanzó a iniciar estudios técnicos de administración, en su país.
Los domiciliarios han jugado un papel fundamental para algunos sectores económicos durante la cuarentena, que ha obligado a que millones de personas se deban quedar confinados en sus casas.
Héroes de calle
Las calles y avenidas de Bogotá se ven vacías y limpias en tiempos de cuarentena. Cientos de hombres y mujeres las caminan de arriba abajo en una danza interminable con su escoba. Además de barrer, ellos cuidan los prados, materas y jardineras de los separadores y andenes.
“Yo vivo en Soacha, a una hora de mi sitio de trabajo, me levanto de madrugada para poder estar a las 7:00 de la mañana comenzando labores. Diariamente puedo recorrer entre 15 y 20 kilómetros barriendo y limpiando las materas y jardines de los separadores”, dice Carlos Quiceno, un funcionario de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá y encargado de la limpieza de gran parte de la Autopista Norte, una de las principales vías de la ciudad.
Oídos atentos
Otra cara de la moneda son los encargados de atender miles de llamadas en los call centers de entidades como la de BBVA, que a diario atienden las solicitudes de los clientes.
“Todos los días sigo cada uno de los protocolos establecidos para estar en la oficina: tapabocas, distancia social, limpieza de zapatos y uso de guantes, entre otros, y eso mismo hago cuando regreso a mi casa en donde vivo con mi familia. Me baño al llegar y me cambio de ropa y zapatos”, dice Andrea, una de las agentes del Call Center de BBVA.
Estos hombres y mujeres, con su trabajo y esfuerzo, pese a los riesgos, se han convertido en héroes de la cuarentena y merecen un agradecimiento especial.
*Nombre cambiado por petición del entrevistado