El 'cloud computing', un aliado clave de los servicios financieros del futuro
Reguladores, proveedores tecnológicos y expertos analizaron el papel del ‘cloud computing’ en el desarrollo y consolidación de la banca digital, durante el seminario de Reguladores de América Latina, organizado por BBVA Bancomer y el BID.
Sin la nube, no se puede avanzar. Lo advertía Hugo Nájera, director de Desarrollo de Negocio de BBVA Bancomer, en el primer día del seminario de regulación, celebrado en el Centro de Innovación de BBVA Bancomer. Veinticuatro horas después, expertos, proveedores tecnológicos y reguladores llegaban a una conclusión similar: la nube es la piedra angular de los servicios financieros del futuro.
Los participantes en el panel “Llevando la nube a los servicios financieros”, no dudaron en enumerar algunas de las ventajas del cloud computing: a) democratiza el acceso a la tecnología, b) supone ahorros de costes tanto para el consumidor como para la banca, c) aporta agilidad y escalabilidad al negocio bancario, d) mejora la competitividad tanto de empresas como de sectores económicos específicos y, más importante aún, y e) permite aplicar (al negocio bancario) otras tecnologías exponenciales como la inteligencia artificial y el big data que mejoran considerablemente la propuesta de valor para que los clientes puedan tomar mejores decisiones financieras.
El encuentro de México fue una oportunidad única para reunir a autoridades regulatorias de América Latina con dos de los principales proveedores de servicios de cloud computing, Google y Microsoft. Ambos, junto a Amazon, controlan el 90% del negocio a nivel mundial. Según estimaciones de Gartner, en 2019, un 25% del presupuesto tecnológico se dedicará a servicios cloud.
Si bien los reguladores reconocieron las ventajas de la nube, también expresaron sus reservas ante la acumulación del riesgo. Según ellos, la cadena de proveedores y la subcontratación de plataformas genera dificultades para supervisar a estas firmas tecnológicas.
“Se necesita una armonización de las normativas y una mayor colaboración entre reguladores y proveedores
Para James Snow, de Google, una parte de la solución a este problema es avanzar hacia una estandarización de los requisitos de almacenamiento, acceso y otras tareas, en la que participen proveedores, entidades financieras, y reguladores. Poder crear un protocolo único con reglas, controles y contratos claros, que se puede aplicar a grandes y pequeñas empresas. Queremos cumplir con la regulación, pero queremos hacerlo fácil”, afirmó.
Otro punto débil de los servicios de la nube es el gran desconocimiento sobre lo que estos realmente significan. Por eso, proveedores como Google o Microsoft apuntaron a dos elementos básicos para comenzar a responder a esta inquietud: educación e información. Como proveedores, “tenemos que educar a nuestros clientes y a los reguladores para que se sientan más cómodos con los servicios de cloud computing, y en ese proceso es muy importante que los reguladores actualicen sus directrices sobre outsourcing (subcontratación) de manera que puedan aportar confianza a los clientes”, expresó Dave Badoun, representante de Microsoft.
En este sentido, tanto Badoun como Snow abogaron por una armonización de la regulación porque en un “mundo global es muy difícil migrar a la nube y adoptar sus innovaciones si existen diferentes regulaciones entre diferentes jurisdicciones”. La clave, afirmaron, está en conjugar control con agilidad y armonizar la regulación para ayudar a su consolidación.
Snow utilizó como ejemplo los avances regulatorios y de armonización en Europa. “Nos encantaría que se pudiera replicar en EE.UU., América Latina y otros países lo que se ha logrado en la UE. Los bancos globales o empresas internacionales se encuentran con una situación muy complicada por las diferentes regulaciones, según el país en el que operan”, afirmó.
Contactos permanentes
Una señal de la nueva relación entre proveedores y reguladores es la mayor frecuencia con que se reúnen para compartir información. Ya sea en EE.UU. o Bruselas, los reguladores explicaron que los encuentros han sido muy productivos y se han traducido en cambios concretos como, por ejemplo, la elaboración de los contratos.
José Miguel del Río, experto en riesgo tecnológico del Banco de España (BdE), recordó que en el caso español el Mecanismo Único de Supervisión Europeo (MUS) es el supervisor responsable de estos temas y reiteró que se sigue colaborando con ellos. El BdE ha ayudado a modificar cláusulas de contrato, definir perfiles de riesgo, etc., explicó.
Desde los proveedores de cloud, el llamamiento fue claro: “Cuanto más dialoguemos reguladores, clientes y proveedores de servicios cloud, se aportará más claridad sobre lo que quieren los reguladores, lo que necesitan las empresas y lo que pueden ofrecer los proveedores para cumplir con esos requisitos”, resumió Badoun, de Microsoft.
Situación en América Latina
Pese al retraso en la legislación tecnológica y la falta de armonización entre diferentes países, los expertos coincidieron que América Latina cuenta con buenos servicios de cloud computing y dispone de soluciones técnicas sólidas. Para Fabio Irino, de Accenture, México va un poco un rezagado en lo que se refiere al uso de la nube, tanto respecto a Europa como a otros países de América Latina. “Probablemente, las empresas aún no han percibido cómo la nube puede aportar a sus negocios. Además, algunas organizaciones se han precipitado en su búsqueda de servicios en la nube y no han elegido el framework que mejor se ajuste a sus necesidades”, dijo.
Irino cree que la región se debería apalancar en lo que están haciendo otros países más avanzados como Singapur y replicar la forma en que gestionan los riesgos y el control sin perder agilidad ni frenar la innovación.