Cleveland Cavaliers, campeones de la NBA por primera vez
Han tenido que transcurrir 46 años para que los Cavs de Cleveland se hayan hecho por primera vez en otros tantos años de historia con el trofeo de campeones de la NBA. La franquicia de Ohio ha conseguido llevarse el gato al agua en su tercera aparición en las Finales tras las de 2007 (ante los Spurs) y 2015 (ante los Warriors, sus rivales también de esta temporada).
Las series han llegado hasta el final y no se han decidido hasta el último minuto del séptimo y definitivo encuentro. La franquicia del noreste de los EE.UU. ha provocado un explosión de júbilo entre sus aficionados que han festejado su primer campeonato durante toda la noche.
Las de este año han sido una de las Finales más complicadas de predecir de los últimos años. Frente a frente las mejores escuadras del Este y del Oeste durante la Liga Regular. Por si esto fuera poco, Golden State Warriors había superado la fantástica marca de victorias de los Bulls de Chicago de 72 victorias añadiendo una más al récord de los de Illinois. Se repetía la final del año anterior y esta vez los californianos dirigidos por Steve Kerr partían como claros favoritos.
Por eso cuando los Warriors recibieron a los Cavs en Oakland con un 3-1 a favor, casi todos dieron por finiquitadas las Finales a favor de Stephen Curry y compañía. La ausencia, por sanción, de Draymond Green y una magnífica actuación de LeBron James y Kyrie Irving -ambos con 41 puntos- permitieron que hubiera sexto partido en Cleveland donde los locales se deshicieron de unos nerviosos Warriors. Habría séptimo y definitivo encuentro en territorio hostil para los Cavaliers.
Ninguna franquicia había sido capaz de remontar un 3-1 adverso al mejor de siete en la historia de las Finales de la NBA. Por ello y por el factor cancha, los de la bahía salían con ventaja en las apuestas de Las Vegas. Frente a ellos, un hambriento LeBron James que había vuelto a sus Cavaliers, tras cuatro años de paréntesis en los Heat, dos temporadas atrás.
LeBron James entrega al dueño de los Cavs el título de campeones de la NBA. | Foto: EFE.
El encuentro transcurrió muy igualado aunque sin grandes detalles técnicos durante la primera mitad. El 49-42 del descanso dejaba abierto el partido con todo por decidir en el tercer y cuarto cuartos. Fue entonces cuando surgieron tanto Lebron James como Kyrie Irving para plantar cara a unos imprecisos Warriors en los que ante la falta de acierto de Stephen Curry, apareció inmenso un Draymond Green cuyos números al final del encuentro hablan bien a las claras de cómo tuvo que emplearse en todas las facetas: 32 puntos, 15 rebotes, 9 asistencias, 2 robos de balón y solamente 4 tiros fallados de los 15 que intentó.
Con el luminoso en un puño, un enorme tapón a la carrera de LeBron (27p/11r/11a) y un posterior triple de Irving (26 puntos) frente a Curry, abrieron una brecha en el último minuto que hizo inservibles los esfuerzos de los hasta ese momento vigentes campeones.
Los Cleveland Cavaliers se convertían en campeones (89-93) por primera vez desde su fundación en 1970, rompían el maleficio por el cual jamás había remontado equipo alguno un 3-1 en unas Finales y acababan con una sequía de 52 de los equipos de Cleveland de la grandes ligas profesionales.
LeBron James, elegido de manera unánime MVP de las Finales, declaraba emocionado entre lágrimas: "Estoy feliz de ser parte de la historia. Estoy en casa. Estoy en casa... No encuentro las palabras. Esto es increíble", declaraba el jugador nativo del estado de Ohio.
Por su parte un abatido Stephen Curry, MVP de la Liga Regular las dos últimas campañas y que ha rendido por debajo de lo esperado, decía: "No he hecho lo suficiente para ayudar a mi equipo. Esto me perseguirá durante una temporada".
Con la consecución de este título, los Cavaliers estrenan su casillero y James lo incremente a tres tras sus dos anillos anteriores logrados con Miami Heat.