Claves del uso del monedero digital en el móvil
Los monederos digitales, poco a poco, se están convirtiendo en una de las opciones de medios de pago con mayor proyección, por dos razones: por su facilidad de uso y por su adaptación al ecosistema de los teléfonos móviles inteligentes. ¿Te imaginas en un futuro salir de casa sin dinero en efectivo o sin tarjetas?
Teniendo en cuenta las tendencias de los últimos años, el futuro de los medios de pago podría estar decidiéndose en la lucha por la hegemonía en el mercado de los denominados 'wallets'.
Los 'wallets' son monederos digitales en los que se guarda información sobre tarjetas de pago, cuentas bancarias y otras herramientas financieras personales, y que te permiten realizar pagos de forma virtual.
En una encuesta realizada por PwC en EEUU 'Opening the Mobile Wallet', la mitad de los ciudadanos mostraron desconfianza a usar un monedero digital para realizar pagos o movimientos de dinero.
No obstante, se revela que las operaciones más probables son la transferencia de fondos entre particulares (un 45%) y el pago de bienes y servicios en un establecimiento comercial a través de tarjetas almacenadas en el móvil (un 43%).
Así, en un informe realizado por Forrester Research también en EEUU se muestra que los usuarios de un monedero móvil lo utilizan más que como método de pago como herramienta para funcionalidades complementarias, como la acumulación de descuentos, la información sobre precios y productos o la reserva en un restaurante.
Además, en el informe realizado por PwC también se analiza el uso que se puede llegar a dar de un monedero móvil sustituyendo otras herramientas de pago. Así, un 66% considera “probable o muy probable” su uso en sustitución de un título de transporte (tarjetas, metrobuses, billetes de tren, entre otros) o para las entradas para un espectáculo.
¿Cómo funciona un monedero digital?
Los conocidos como 'wallets' suelen aprovechar la tecnología NFC (las siglas de 'Near Field Communication'), es decir, un sistema de comunicación inalámbrica ('contactless') de corto alcance, gracias al que con acercar el teléfono al terminal del punto de venta (TPV) se puede hacer la operación, cuyo importe se carga a una tarjeta o a una cuenta asociada al monedero.
Para que este sistema funcione, tanto el móvil como la tarjeta SIM y el TPV deben estar preparados o ser compatibles con NFC.
Se espera que el ejercicio de 2015 sea definitivo para que los pagos mediante teléfono móvil se consoliden como una opción de éxito en el nuevo ecosistema de los medios de pago.