Chile, lo que viene en política monetaria
La inflación mensual de septiembre fue una sorpresa en varias dimensiones. No solo por la variación de 0,2% mensual del Indice de Precios al Consumidor (IPC), que estuvo por debajo del consenso de mercado, sino también por el nulo aumento de la inflación subyacente (que no considera alimentos y energía), retrocesos en algunos productos que estacionalmente suben en este periodo y por un muy bajo porcentaje de productos que aumentaron en el mes en comparación con el promedio histórico.
¿Cuál será el devenir de la política monetaria en este escenario?
Para contestar esta pregunta, pongamos algunos elementos sobre la mesa. La proyección de inflación del Banco Central de 3,5% anual a diciembre de este año –clave para las decisiones de política monetaria– parece, a todas luces, elevada. En BBVA Research estimamos que la inflación podría ubicarse incluso por debajo de 3,2%, aun considerando los recientes aumentos del precio internacional del petróleo que podrían traspasarse a precios a nivel local hacia fines de año.
De todas formas, es evidente que el Banco Central necesita de más información que solo del dato de IPC de septiembre para cambiar el rumbo de la política monetaria. Por ejemplo, resulta clave saber si la actividad del tercer trimestre cierra por debajo de su proyecciones y el comportamiento del tipo de cambio, entre otros.
"En BBVA Research estimamos que la inflación podría ubicarse incluso por debajo de 3,2%
Con todo, incluso antes de conocerse el último registro de IPC ya había algunas visiones disímiles al interior del Consejo del Banco Central respecto a los espacios para recortar la tasa de interés. A nivel de mercado, las tasas swaps ya incorporaban un recorte en la tasa de política monetaria (TPM) y después del dato de inflación se sumó a esta visión un segundo recorte en un plazo menor a 12 meses.
Dados estos aspectos, y aunque en su próxima reunión de octubre el Consejo del Banco Central debería mantener la TPM y el sesgo neutral, en la medida que se vayan acumulando datos de menor inflación y actividad respecto a su escenario base, sí podríamos ver un primer recorte de la tasa de interés incluso en diciembre de este año.