‘Chatbots’, APIs, biometría: la banca ubicua comienza a ser una realidad
Gracias a la tecnología, el futuro de la banca está en la integración con todo tipo de dispositivos, sin barreras. Ya hay indicios de esa banca en todas partes, gracias a la biometría, las APIs y los ‘chatbots’.
Muchos consideran que el primer banco de la historia nació en la Toscana, cuando en 1472 fue fundado el Monte dei Paschi di Siena, aún en funcionamiento, pero ahora objeto de diversos problemas financieros. Cinco siglos y medio después, los bancos se enfrentan a la revolución más drástica de su historia, acelerada de forma exponencial por la tecnología.
El acceso a las operaciones financieras básicas a través de internet y la telefonía móvil ya supuso un cambio radical, pero lo que se avecina provocará transformaciones de mucho mayor calado.
Se trata de la banca ubicua, una banca que estará en todas partes, integrada en todo tipo de dispositivos. Es el concepto central del último libro de Brett King, considerado uno de los mayores expertos del mundo en el impacto financiero de las nuevas tecnologías: “Bank 4.0: Banking everywhere, never at the bank”. Este ensayo saldrá a la venta el próximo agosto. La banca estará en todas partes, pero nunca en el banco, pronostica King, como muchos otros expertos.
¿Qué tecnologías articularán esta banca omnipresente?
Las profecías se sitúan en un mundo sin dinero en efectivo, ni tampoco tarjetas de crédito; curiosamente, esos plásticos, que empezaron a generalizarse alrededor de 1960 en Estados Unidos, fueron una de las mayores revoluciones que vivió la banca en cinco siglos de historia.
Los pagos serán en consecuencia totalmente digitales y ‘blockchain’ tendrá una función fundamental en la gestión de la identidad digital. Las operaciones financieras se harán en entornos que apenas se intuyen hoy, como los coches autónomos, gracias al desarrollo del internet de las cosas. Y la firma de documentos será un vestigio del pasado: los avances en la biometría generalizarán los pagos por huella, ‘selfie’, con la voz o el iris.
Pagar desde el coche sin tocar el móvil ni la cartera es hoy ciencia-ficción, pero otras posibilidades de la banca ubicua ya son una realidad.
El futuro que ya está aquí
El uso de la biometría ya empieza a ser una realidad. BBVA, con su servicio ‘Alta inmediata’, ofrece la posibilidad de abrir una cuenta con el móvil simplemente haciéndose un ‘selfie’ y atendiendo una videollamada. BBVA también ofrece a sus clientes la tecnología de escáner de iris de Samsung, Samsung Pass, que les permite una experiencia de usuario rápida y sencilla para acceder a sus cuentas, con la máxima seguridad.
Además, ya hay miles de personas en la sede de BBVA en Madrid que emplean un sistema de reconocimiento facial para pagar sus comidas en los restaurantes. Los usuarios tan solo deben descargar una ‘app’ en su teléfono, activar el Bluetooth y la localización en sus teléfonos, y mirar a la cámara para que el sistema reconozca su rostro y gestione el cobro.
"Los ecosistemas colaborativos, clave en la banca ubicua, se articulan tecnológicamente con las APIs"
Otro indicador biométrico cada vez más empleado en la banca es la voz. El banco móvil Atom, en el que BBVA tiene una participación en torno al 39%, combina el reconocimiento facial junto con las contraseñas y el reconocimiento de voz para que sus clientes puedan realizar cualquier tipo de operación ‘online’ o desde el móvil. Y la franquicia turca de BBVA, Garanti, cuenta con un asistente de voz, UGI, que puede realizar la mayoría de las operaciones más comunes de los clientes, utilizando un lenguaje natural. La previsible generalización de los altavoces inteligentes supondría un espaldarazo decisivo para este tipo de servicios. De hecho, según datos de la consultora Canalys, en 2017 las ventas globales de estos dispositivos se quintuplicaron respecto a 2016.
Optimizar experiencia de usuario
Los ‘chatbots’ también son ya un elemento importante en la relación entre la banca y el consumidor. Alimentados por el ‘big data’ y mejorados por la inteligencia artificial, estas herramientas permiten a la banca mejorar la experiencia de cliente y optimizar recursos en un nuevo entorno de negocio en el que las visitas a las sucursales serán mucho menos frecuentes.
BBVA fue la primera entidad financiera española en poner en marcha un ‘chatbot’, con el que, por ejemplo, ya se puede enviar dinero desde aplicaciones de mensajería instantánea como Facebook Messenger o WhatsApp. Y los usuarios de iPhone lo pueden hacer directamente con la ayuda de Siri, el asistente de Apple.
Ya se aplican, por tanto, nuevos modelos de negocio, en los que empresas de sectores y orígenes muy distintos colaboran para ofrecer los mejores servicios. Esos ecosistemas colaborativos, clave en la banca ubicua, se articulan tecnológicamente con las APIs (siglas en inglés de Application Programming Interface), las herramientas que permiten la comunicación entre diferentes programas de 'software’.
BBVA también apuesta fuerte en este terreno, con el desarrollo de BBVA API_Market. Con las APIs disponibles en esta plataforma, empresas, ‘startups’ y desarrolladores pueden, siempre con el permiso de los clientes, acceder e integrar datos bancarios en sus aplicaciones para ofrecer nuevos servicios.
BBVA API_Market es una herramienta fundamental en el impulso de la entidad financiera al open banking, en línea con lo requerido por la directiva europea PSD2, que impulsa la competencia en el sector. El objetivo es desarrollar un ecosistema innovador que cree una nueva generación de experiencias digitales para los clientes.