La carrera espacial renace: cómo ha pasado de ser un tema público a uno privado con grandes inversiones
La investigación en el espacio está viviendo una segunda edad dorada gracias a inversiones privadas de grandes empresas que buscan hacerse un hueco trayendo nuevas tecnologías y buscando nichos en los que crecer. Grandes nombres como Tesla, Google, Facebook o Virgin lideran esta corriente.
La segunda mitad del siglo XX nos dejó lo que los historiadores denominaron como la carrera espacial. Una lucha tecnológica entre Estados Unidos y la URSS por conseguir ser los primeros en llegar al espacio y ser más que el otro. Con la caída del muro eso se perdió y el estudio del espacio se frenó drásticamente.
El espacio dejó de ser tan relevante para los gobiernos y centraron sus esfuerzos en otros campos. Años más tarde, en la actualidad, está renaciendo el interés por lo que hay más allá de nuestro planeta. No, no está creciendo a través de las entidades públicas. Esta vez son las empresas quienes tiran del carro. ¿Quiénes son y qué buscan? Vamos a dibujar el estado de la cuestión.
Ricos, jóvenes y ambiciosos
Si echamos un ojo a los empresarios que hay detrás de esta nueva carrera espacial todos coinciden en tener una enorme ambición, ser jóvenes y tener grandes compañías entre sus manos. Tener una buena idea no es suficientepara salir al espacio y el dinero es más que necesario para poder llevarla a cabo.
En este selecto club de inversores espaciales nos encontramos nombres como Elon Musk, Mark Zuckerberg o Larry Page entre otros. Suyas son empresas de las que a día de hoy todo el mundo habla: Google y su buscador, Facebook con su red social y los coches eléctricos de Tesla.
También hay excepciones que confirman la regla como el viejo rockero Richard Branson. Sí, Virgin también esta metida en el mundo del espacio y, si todo va bien, será una de las pioneras en crear vuelos comerciales más allá del planeta tierra.
Nombres grandes e ideas de todo tipo porque lo que persiguen estas empresas no es simplemente poner una bandera en la Luna o pisar la superficie de Marte. En parte sí, pero lo que buscan es mucho más ambicioso y útil en nuestro día a día, no un mero símbolo de poder.
Buscando nuevas soluciones y creando negocio
Si revisamos la lista de nombres que acabamos de dar, seguro que al menos dos nos sorprenden. ¿Qué hacen compañías como Facebook o Google interesadas en cohetes, satélites y naves? Su vía principal para hacer negocios: Internet. Ambas buscan utilizar la tecnología espacial para llevar esta conexión a todos los puntos del planeta.
De momento ambas están en fases muy primitivas, buscando cómo crear sistemas que permitan poner antenas que den cobertura a todos los puntos del planeta. Google apuesta por globos mientras que Facebook cree que el futuro de llevar Internet a todos los lados pasa por drones que funcionen con paneles solares.
Tesla por su parte busca crear tecnología aeroespecial mucho más asequibleque la actual. Cápsulas que permita enviar astronautas a otros planetas sin realizar grandes inversiones o cohetes que sepan volver solos a la tierra y se puedan reutilizar en posteriores misiones. ¿Su gran sueño? Colonizar Marte.
Algunas empresas como Tesla colaboran con agencias públicas como la NASA para llevar su tecnología a buen puerto.
Además de empresas ya conocidas, también han surgido algunas nuevas como por ejemplo O3b, una startup de Florida que quiere crear una red de satélites alrededor de la tierra para ofrecer un sistema de telecomunicaciones completo más asequible y eficaz que las antenas que se usan a día de hoy. Su objetivo es que en tres años haya casi 700 satélites en órbita.
¿Rivalidad? No tanto como durante la Guerra Fría
Si algo caracterizaba a la carrera especial que mantenían Estados Unidos y la URSS era la tensión política que existía entre ambas partes. Una competitividad que se utilizaba como propaganda para demostrar la supremacía de uno sobre el otro. Rivalidad en estado puro por ser el primero.
A pesar de que el mercado es muy competitivo, la situación actual dista mucho de la que vivimos hace unos años. Hay rivalidad pero muchos colaboran entre sí. Hay buen ambiente y todos saben que hay oportunidades para todos.
De hecho, algunas como Tesla están colaborando con agencias públicas como la NASA para llevar su tecnología a buen puerto. Hay oportunidades para todos, con una barrera de entrada económica muy alta, y con propuestas que nos afectarán seguro en el día de mañana.