Carlos Torres Vila entra en el Comité Asesor Internacional de la Autoridad Monetaria de Singapur
El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha participado este fin de semana en su primer encuentro anual del Comité Asesor Internacional (IAP) de la Autoridad Monetaria de Singapur y ha sido invitado, asimismo, a The Singapore Summit, un evento que analiza el papel de Asia como motor del crecimiento mundial.
Carlos Torres Vila es el único español que forma parte del IAP. Este organismo, creado en 1998, lo integran algunos de los mayores expertos financieros a nivel mundial. Su cometido es ofrecer a la Autoridad Monetaria de Singapur una visión global sobre las tendencias en el sector financiero y analizar las iniciativas en los principales centros financieros internacionales.
Durante su visita a Singapur, el presidente de BBVA ha reflexionado sobre el papel de Asia en la economía mundial y los desafíos y perspectivas de la región para la próxima década. “Me ha impresionado positivamente la fortaleza de la región para soportar los desafíos de la economía global, así como la concienciación de la Autoridad Monetaria de Singapur ante algunos retos tan críticos como el cambio climático. Los bancos debemos jugar un papel clave ayudando a nuestros clientes y a la sociedad en su conjunto a ser más sostenibles”, ha señalado.
The Singapore Summit
Carlos Torres Vila ha asistido también este fin de semana a The Singapore Summit, uno de los principales eventos que reúne a personalidades del mundo empresarial y académico de Asia y de todo el mundo para debatir sobre las tendencias globales en negocios, finanzas y geopolítica, así como su impacto en el crecimiento, la prosperidad y la estabilidad regional y global.
El papel de la mujer en puestos de liderazgo y la necesidad de desarrollar reglas globales para la economía digital han sido algunos de los temas tratados durante la jornada. En este sentido, Carlos Torres Vila ha destacado que la naturaleza misma de los mercados digitales, que son inherentemente globales, significa que la acción nacional aislada no es suficiente para afrontar los desafíos que trae consigo la digitalización, como la privacidad, la exclusión social, la concentración de poder en muy pocas compañías o la desinformación. A su juicio, es necesaria una coordinación global y transversal para afrontarlos.