Carlos Serrano: Reducir la tasa de impuesto a la renta corporativa, sugiere un análisis profundo
Recientemente, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) planteó una serie de propuestas de política fiscal, una de ellas enfocada a la reducción gradual en la tasa de impuesto corporativo que hoy es de 30% a 24.6%, que es la tasa promedio aplicada a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), lo que apunta, sea un tema de análisis la próxima vez que se determine una reforma fiscal en México.
Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA Bancomer expone algunas reflexiones sobre la decisión de aplicar esta medida de recaudación tributaria en la columna del diario El Financiero, titulada “¿Se debe reducir la tasa de impuesto a la renta corporativo?” en la cual consideró que es un impuesto difícil de recaudar pues algunas empresas terminan trasladándolo a los consumidores y por esa razón debe someterse a la discusión para formular antes otras propuestas para incrementar la recaudación y compensar la disminución de este impuesto.
México tiene que aumentar, en lugar de disminuir, la recaudación fiscal”
Serrano explicó que si se quiere reducir dicho impuesto se debería considerar un aumento al mismo tiempo del IVA o generalizando su tasa a los artículos ahora exentos de este impuesto, pues una propuesta de la magnitud que indica Coparmex sin que vaya acompañada de alguna otra política de fiscalización sería un error grave. Aun cuando el organismo propone más medidas, “ninguna de ellas compensará la perdida resultante de bajar la tasa corporativa”.
El economista jefe de BBVA Bancomer dijo que, Coparmex plantea la necesidad de aumentar la base fiscal con base a reducciones en la tasa de informalidad, algo que es deseable, pero en un horizonte complicado y que toma tiempo, por lo que proponer bajas en tasas de impuestos debe estar sujeto a tener resultados tangibles en materia de reducción de la informalidad, porque México no cuenta con espacio fiscal para disminuir su recaudación.
Serrano Herrera destacó que “la deuda como porcentaje del PIB ha mostrado una importante trayectoria ascendiente en los últimos años: la deuda pública como porcentaje del PIB ha aumentado en unos 20 puntos porcentuales en los últimos siete años, pasando de niveles de alrededor de 30% en 2010 a 50% a finales de 2017”. Derivado de este aumento, las calificadoras cambiaron la perspectiva de la calificación de estable a negativa de la deuda soberana mexicana y manifestó que gracias a las medidas de consolidación fiscal y al remante de operación del Banco de México, la deuda como porcentaje del PIB va a disminuir.
De concretarse la propuesta de Coparmex, Carlos Serrano consideró que, aunque sea gradual, la relación de deuda a PIB volvería a crecer y desencadenaría reducciones en la calificación soberana del país. Lo que también significaría incrementos en los costos de financiamiento para el gobierno, las empresas y las familias. “México tiene que aumentar, en lugar de disminuir, la recaudación fiscal” expresó.
México debe plantearse determinar si cuenta con una tasa de impuestos óptima. Actualmente tiene la recaudación fiscal más baja de los países que integran la OECD, el promedio de esos países como porcentaje del PIB es de 34.3% y en el país es solamente de 17.4%. Ante este análisis, Carlos Serrano concluyó señalando que una reducción en los impuestos a la renta corporativa sin propuestas de política recaudatoria sería peligroso e irresponsable para el país.
La colaboración completa para el periódico El Financiero se publicó el 18 de agosto de 2017 y puede consultarse en el siguiente Link