Carlos Serrano: "Los aranceles al acero en los EUA podrían impactar la economía global"
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha transitado por intensos episodios de toma de decisiones, también ha provocado reacciones directas del gobierno de Estados Unidos de América (EUA) para la implementación de políticas sujetas al resultado de las negociaciones. Tal es el caso del reciente anuncio del presidente Donald Trump sobre la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio que provienen del todo el mundo, con la excepción de Canadá y México.
Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA Bancomer, hace énfasis sobre esta decisión en su artículo 'Tarifas al acero en Estados Unidos: pésima política económica', publicado en el periódico 'El Financiero'. En él cita al ex secretario del Tesoro y ex presidente de Harvard, Larry Summers, quien dice que es “la política económica más irracional propuesta por un presidente de Estados Unidos en los últimos 50 años”.
Serrano destaca que la implementación de esta política económica no tiene sentido y que “puede llegar a tener impactos negativos en la economía global”. Sostiene, de manera contraria a lo que dice Trump, que con estas tarifas no habrá una recuperación de empleos en los EUA, pues más bien significará la pérdida de miles de empleos en ese país. Las industrias compradoras de acero tendrán un aumento importante en sus costos de construcción, lo cual representará menor inversión y por ende contratarán menos trabajadores.
La implementación de esta política económica no tiene sentido y puede llegar a tener impactos negativos en la economía global"
El economista jefe de BBVA Bancomer señala que quienes pagarán el costo de estos aranceles serán los consumidores estadounidenses, aquellos que adquieran automóviles, casas, refrescos y cervezas. Además, advierte sobre los dos tipos de consecuencias de esta política; la primera se refiere a las políticas retaliatorias que traerán países que son socios comerciales de Estados Unidos. Los principales exportadores de acero a ese país son Canadá, Brasil, Corea del Norte, México, Rusia, Turquía y la Unión Europea. La respuesta de estos países podría ser (algunos ya lo han anunciado) imponer tarifas a productos estadounidenses y con ellos desencadenarse una posible guerra comercial.
La respuesta de los países podría ser imponer tarifas a productos estadounidenses y con ellos desencadenarse una posible guerra comercial"
Serrano explica que la segunda consecuencia se basa en el efecto contrario al que desea el presidente Trump; es decir, que los productores que tengan como insumo el acero “en lugar de comprar este producto a precios mayores, decidir mover la producción fuera de Estados Unidos para evadir este aumento en costos”, situación que puede ocurrir en la industria automotriz. En lugar de producir autos más caros en Estados Unidos debido al elevado precio del acero, las empresas automotrices podrían producirlos en México”. El resultado sería un mayor déficit comercial de los EUA con México y la reacción de Trump: imponer aranceles a los automóviles.
Sin embargo, según Serrano, “el presidente estadounidense no podrá eliminar el déficit comercial que su país tiene con el mundo, esto se explica porque ahorra menos de lo que consume”. Lo que sí podría es crear un ambiente de mayor proteccionismo que afectaría el crecimiento de la economía global. Este ejemplo de política económica podría ser un gran ejemplo para México, pues apostar por decisiones peligrosas que deriven en que los consumidores mexicanos paguen por políticas proteccionistas afectaría significativamente el crecimiento económico del país.
La colaboración completa de Carlos Serrano Herrera para el periódico 'El Financiero' se publicó el 16 de marzo de 2018 y puede consultarse en este enlace.