El camino del voluntario corporativo
Desde hace 10 años, BBVA Uruguay mantiene una fuerte alianza con la Fundación Desem Jóvenes Emprendedores, que es miembro de Junior Achievement Worldwide, un conjunto de organizaciones comprometidas con la educación financiera, la formación para el trabajo y el desarrollo del espíritu emprendedor. Con esta fundación, el banco lleva adelante muchas de las acciones sociales que viene desarrollando.
En entrevista para www.bbva.com, el director de la Fundación Desem, Pablo Marroche, comenta sobre el voluntariado corporativo y el camino que este recorre dentro de la empresa.
-Pregunta: ¿Qué motivos tiene hoy la empresa privada para involucrarse en el desarrollo social?
-Pablo Marroche: Con las acciones de responsabilidad social, la empresa asume su compromiso de ayudar a mejorar la realidad actual. Es una forma de verlo, pero en Desem Jóvenes Emprendedores creemos que todos podemos hacer algo, y que por ser parte de la comunidad debemos hacerlo.
Para la empresa es una forma de devolver parte del valor que la sociedad le da y, por supuesto, le es mejor estar inserta en un país más próspero. La comunidad no es solo un mercado, no es solo un lugar donde hay clientes; es también un ambiente de negocios, y el entorno donde se forman las personas que el día de mañana van a integrar sus equipos de trabajo.
-P: A partir de su experiencia, ¿cuál es la relación óptima entre la empresa y la ONG?
-R: Hay muchas formas en que la empresa puede involucrarse, y ya el que empiece a sensibilizarse es positivo.
-P: BBVA Uruguay y Desem tienen vínculos de muy largo plazo.
-R: Ya son 10 años trabajando juntos en diferentes proyectos. Desde ya, el conocimiento y la confianza mutua permite pensar en proyectos más ambiciosos en tiempo y escala.
Los mejores casos de trabajo conjunto se dan cuando las empresas realmente viven el compromiso social como un objetivo corporativo, cuando hay un equipo profesional pensando para qué hacen lo que hacen y cuando se involucran activamente en las actividades con voluntarios que aportan ideas y acompañan el seguimiento.
-P: ¿Qué efectos destacables genera la vivencia del voluntariado en los participantes, de uno y otro lado?
-R: Algo que vemos es que el voluntario aporta a los beneficiarios, no solo por su conocimiento técnico sino con su propia presencia: en el encuentro e intercambio se convierte en un referente para los jóvenes, alguien que les inspira. Está bueno cuando les cuentan sus éxitos… pero también cuando se abren a compartir sus fracasos, cómo fue su trayectoria, de qué forma tuvieron que prepararse y superarse para estar donde están ahora. Los jóvenes pueden identificarse. Les muestran que es posible.
Del lado del voluntario, muchas veces se vuelve 'adictivo': para los participantes es muy estimulante sentir el interés con que les reciben, y ni que hablar al final del proceso, cuando ven los logros y el crecimiento al que han contribuido.
-P: ¿Cuál es el camino que suele transitar la persona en el voluntariado?
-R: Ante todo vale aclarar que, así sea puntual, la participación siempre suma: a los jóvenes que son parte del programa y al voluntario que se acerca a una realidad distinta a lo habitual y toma otra perspectiva.
Partiendo de eso, para nosotros es una satisfacción cuando la persona pasa de probar una experiencia puntual de voluntariado a querer repetirlo hasta incorporarlo como una actividad habitual en su vida.
Observamos una maduración en que cada vez se participa con mayor calidad: preparando la actividad con cuidado, evaluando su propio 'expertise', identificando en qué roles puede aportar más. También en entender que, aunque a veces no se sienta preparado, igual es valioso lanzarse al encuentro e inspirar desde la historia de vida de cada uno.
Nos referimos a ello cuando observamos que los participantes se van convirtiendo en profesionales del voluntariado. Y el mayor paso que dan algunos es convertirse en referentes del tema: cuando los voluntarios contagian su entusiasmo, no solo en su empresa, sino también entre amigos y en la familia.
Suele pasar que la primera reacción de quien está por fuera es un “pero estás loco, con el poco tiempo que tenés destinarlo a eso, dejar de hacer otras cosas y no te dan nada a cambio"... pero el testimonio de quienes participan te asegura que están ganando en muchos otros sentidos.
Cuando lográs transmitir eso, sos más que un voluntario: sos un embajador del voluntariado. El resultado de tu trabajo se multiplica porque mostrás a otros que las posibilidades existen.