Cómo calentar nuestra casa en invierno sin que nuestro bolsillo lo note
Nos encontramos en los meses más fríos del año y, una vez más, la factura de la luz o del gas se dispara por el uso que hacemos de la calefacción. Aunque pensemos que es algo inevitable, si aplicamos estos consejos seguro que notaremos un buen ahorro a final de mes.
El 70% del pago de las facturas anuales de los hogares españoles está destinado a la luz y al gas, una partida considerable que se encuentra por encima del gasto en agua caliente o aire acondicionado. Con unos sencillos gestos, seguro que podremos hacer un uso más eficiente y económico de la energía a la hora de calentar la vivienda.
La temperatura ideal
Una casa confortable suele mantenerse, durante el día, entre 19º y 21º. Solo un aumento de un grado en la temperatura, aumenta hasta un 7% el gasto de energía. Por la noche, con tener la vivienda entre 15º y 17º, podremos dormir a pierna suelta, eso sí, abrigados con un buen edredón o mantas. Lo mejor es mantener una temperatura constante en casa y evitar los picos de temperatura que pueden salirnos muy caros.
Tipo de energía
La electricidad es, sin duda, la energía más cómoda y segura para el consumidor, pero también la más cara. La calefacción eléctrica supone un incremento en la factura de hasta un 50% más respecto a otras energías.
La opción más económica, cómoda y segura es siempre el gas natural. En viviendas a partir de 80 metros cuadrados es la energía más eficiente y confortable con un consumo anual de 600 euros anuales, frente a los más de 1.200 euros que pagaríamos de calefacción eléctrica en un piso del mismo tamaño.
Alguna inversión
Tener la casa bien aislada es primordial para evitar las fugas de calor, aunque tengamos que hacer un desembolso de entrada. Por ejemplo, sellar las ranuras por dónde se escape el calor o instalar ventanas dobles, nos ayudará a combatir el frío con más eficacia.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) una cuarta parte de la energía que se produce en un hogar acaba destinándose a cubrir la que se pierde por las rendijas de las ventanas. La instalación de doble cristal de una ventana puede reducir estas pérdidas en un 50%, por lo que podremos ahorrar hasta un 20% en las facturas de gas y electricidad.
Antes de realizar ningún tipo de reforma para aclimatar mejor nuestras vivienda, debemos tener en cuenta la orientación de la misma, para seleccionar el tipo de ventana que más nos interesa.
Suelos calientes
El suelo de la vivienda suele estar a una temperatura de entre 10 y 12 grados, por lo que muchas veces la calefacción se pierde en calentar el pavimento. Una solución sostenible es la instalación de un suelo radiante que resulta más eficaz incluso que la propia calefacción, ya que solo necesita calentar el agua de 35º a 45º. Otra opción es poner moqueta o alfombras en las habitaciones para evitar que el suelo esté excesivamente frío.
Además, si se mantiene a punto la caldera y se hacen las pertinentes revisiones, conseguiremos seguir ahorrando gracias a su buen funcionamiento.