Cae la inversión pública, envejecen las infraestructuras y el 'stock' de capital en servicios públicos retrocede
El marcado perfil cíclico de las inversiones, el envejecimiento de las infraestructuras públicas y la baja productividad de los capitales son los tres principales problemas que destaca el informe ‘Evolución de la edad media de las inversiones y envejecimiento del capital’, elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie.
La caída de la inversión del sector público durante la última década ha reducido a niveles negativos la inversión neta, que se calcula descontando la depreciación de los capitales públicos (carreteras, ferrocarriles, infraestructuras urbanas o hidráulicas, puertos y aeropuertos). Por esa razón, la inversión de reposición es insuficiente, las infraestructuras van envejeciendo y el ‘stock’ de capital en servicios públicos lleva retrocediendo desde 2012.
Según el informe, el perfil inversor ha sido marcadamente procíclico, lo que explica los constantes altibajos de la economía española. El gasto público, lejos de estabilizar el ciclo, empeora y, cuando los ingresos fiscales caen al entrar en una recesión, los gobiernos se ven forzados a reducir la formación de capital. Esto llevó a que la inversión pública en España sufriera una brusca caída a partir de 2009, una caída de la que todavía no se ha podido recuperar.
Sin embargo, la trayectoria de la inversión crea un rastro a seguir en un escenario donde el capital privado ha mantenido ritmos modestos pero positivos de crecimiento (gracias a la industria y los servicios). Además, las tasas de variación del capital público muestra niveles negativos desde 2012 ya que, en las infraestructuras públicas, el retroceso acumulado del ‘stock’ desde ese año supera el 5%. “La trayectoria del capital público se debe a que los ajustes de la inversión han sido tan fuertes que no se cubre la depreciación que experimentan unos ‘stocks’ de infraestructuras públicas muy cuantiosos” lo que, siguiendo las conclusiones de la Fundación BBVA y el Ivie, supone un claro riesgo de deterioro del capital acumulado.
Con todo, aunque la publicación señala que el aprovechamiento de los capitales acumulados es escaso y la productividad del capital es menor en otro países, la dotación relativas de capital actuales se encuentra entre las más elevadas del mundo.
El capital también envejece
Para llegar a entender el comportamiento actual de la inversión, la publicación incluye una evolución de la misma desde 1995 hasta la actualidad y, a día de hoy, España invierte de forma diferente. “Antes de la crisis, las viviendas y el resto de construcciones representan las dos terceras partes de la inversión y ahora no pasan del 50%”, señala la publicación. Pese a ello, han ganado casi 20 puntos porcentuales la maquinaria, las TIC y los equipos de transporte. También se ha reforzado la inversión en activos materiales (sotware e I+D) hasta representar el 14% de la inversión agregada y los cambios de las inversiones hacia activos más productivos.
En este contexto, al igual que la población sufre el paso del tiempo, los capitales existentes se componen de activos de distinta edad dependiendo del momento en el que se realizase la inversión. Los datos que ofrece el informe muestran que aquellas con más de 20 años represantan un 22,5% del capital total y las que superan los 10 años el 52%. Así, en la actualidad el 24,2% de las infraestructuras públicas tienen ya más de 20 años, siendo las infraestructuras hidráulicas, las portuarias y las viarias las de mayor edad.
Pero la inversión en maquinaria ha sido diferente, ya que apenas ha experimentado retrocesos hasta la llegada de la crisis. Por otra parte, la inversión en TIC no ha dejado de crecer de forma acelerada en las últimas décadas y, pese a esto, no se ha apreciado un efecto relevante sobre ello ni tampoco un aumento de la edad media de los equipos, por debajo de los 3 años.
En 2015, más del 20% de las infraestructuras públicas tenían más de 20 años de antigüedad en todas las comunidades
Dotaciones y productividad del capital
Que la acumulación de capital en los años recientes sea lenta no plantea un problema de escasez de estos activos ya que España dispone de unas de las mayores dotaciones de capital por habitante, por hora trabajada y en relación al PIB. No obstante, España se queda atrás en PIB por habitante frente a los países desarrollados, ya que sus niveles de productividad del capital y el trabajo son bajos.
En cuanto las dotaciones regionales de capital y de infraestructuras, la publicación indica el incremento que han experimentado todos los territorios de sus dotaciones de
capital por habitante desde 1995, aunque a ritmos distintos. Por ejemplo, los territorios del nordeste y Madrid presentan mayores dotaciones per cápita, mientras las comunidades del sur tienden a tener valores más bajos.
Por regiones, en el año 2015 más del 20% de las infraestructuras públicas tenían más de 20 años de antigüedad en todas las comunidades, excepto Galicia y Madrid. En Navarra y La Rioja ese porcentaje supera el 30%. En Navarra, además, se encuentran las infraestructuras viarias más envejecidas (casi el 47% de las mismas tiene más de 20 años). En el caso de las infraestructuras ferroviarias, los porcentajes más elevados de dotaciones con más de dos décadas se localizan en Cantabria (36%), País Vasco (26,9%) y La Rioja (26,1%).