Brexit: se alcanzará un punto intermedio
¿En qué punto se encuentran las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea? En este vídeo, María Abascal, de BBVA Research, analiza cómo afrontan el proceso de brexit ambas partes y las implicaciones que tendrá en el sector financiero europeo.
Con la activación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea comienza formalmente el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea. A partir de este momento, ambas partes cuentan con dos años para finalizar la negociación y, actualmente, hay bastante incertidumbre en torno al resultado del proceso. Un escenario en el que no se alcance ningún acuerdo parece poco probable, así como también parece difícil un consenso en todo; por tanto, las negociaciones acabarán seguramente en algún punto intermedio.
Posiciones de Reino Unido y la Unión Europea
La ministra británica Theresa May ha dejado claro que quiere un brexit duro: quiere minimizar la inmigración desde la UE a Reino Unido y también recuperar la soberanía en la elaboración de las leyes.
Esto supone automáticamente la salida del mercado único y, al mismo tiempo, un desafío importante en la negociación de las relaciones comerciales, fundamentalmente por las reticencias de una parte del Partido Conservador. Por todo esto, si May sale reforzada en las elecciones del 8 de junio posiblemente se facilite el escenario de negociación.
Por su parte, los líderes europeos aprobaron el pasado 29 de abril la estrategia de negociación, basada en dos pilares: en primer lugar se negociarán las condiciones de salida, la factura que Reino Unido tiene que pagar por haber sido estado miembro de la UE, y las condiciones y derechos de los ciudadanos, tanto británicos residentes en la UE como ciudadanos europeos que residen en Reino Unido. Sólo entonces, cuando se hayan acordado esas condiciones de salida, se negociará la relación comercial entre ambas partes.
Pese a que existen enormes divergencias entre los estados miembros, la realidad es que, por el momento, la UE afronta la negociación con unidad. Expresan su voluntad de que Reino Unido siga siendo un socio estrecho, pero dejando claro que no puede disfrutar de determinadas ventajas del mercado único sin asumir las responsabilidades que ello conlleva. Por tanto, su prioridad es mantener la integridad del mercado único.
Implicaciones para el sector financiero
La clave en este aspecto estará en el pasaporte comunitario. Si no hay acuerdo y Reino Unido sale del mercado único, las entidades británicas ya no podrían prestar servicios financieros al resto de ciudadanos de la Unión Europea. De hecho, el pasaporte comunitario ha sido clave en la consolidación de Inglaterra como centro financiero de Europa.
Es difícil adelantar el estándar de mercado, pero es probable que no se produzca una relocalización de la industria financiera en bloque a otro país, sino que más bien se irá desplazando por nichos de actividad. Por este motivo es importante que en la negociación se prevea algún tipo de mecanismo, como un periodo de transición suficiente para evitar disrupciones importantes en la actividad financiera de Europa.