Biometría: reconocimiento facial en los aeropuertos
La identificación por huella digital, cara o iris se abre paso en el mundo aeroportuario en donde las empresas del sector buscan nuevas tecnologías para mejorar la experiencia de los usuarios.
Pasar por un aeropuerto nunca ha sido un placer. Las revisiones de seguridad, las largas filas para documentar y el barullo para hacer el embarque son todo un viacrucis. No es para menos. El número de viajeros que utiliza el avión para moverse por el mundo se dispara. Más de 4.100 millones de pasajeros pasaron por una terminal aérea en todo el globo durante 2017, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por su acrónimo en inglés). Para 2037, la cifra se duplicará. Serán más de 8.000 millones de usuarios, casi la misma cantidad de gente que hoy existe en el planeta, según las previsiones de la IATA. Mover a ese mar de personas requerirá de un esfuerzo titánico y la solución para hacerlo estará en nosotros mismos.
“El uso del cuerpo humano como sistema de autentificación será la salvación para agilizar el movimiento de personas en las terminales aéreas”, dice Annet Steenbergen, presidenta del grupo de trabajo de agilización de pasajeros en la IATA. Desde el control fronterizo automatizado hasta el embarque, cada vez más aeropuertos incorporarán en sus procesos la biometría como la herramienta para reducir los tiempos, mejorar la eficiencia y también la seguridad, argumenta la experta. “Los Gobiernos y los integrantes de la industria aeronáutica tienen que prepararse de manera conjunta para los próximos años dorados de la aviación”, añade.
El futuro ya está aquí. Al menos en el aeropuerto de Changi, en Singapur, donde un novedoso sistema captura y analiza el rostro de los usuarios en el control de salida en una de las terminales del aeródromo. La tecnología reconoce un rostro humano al instante gracias a la captura facial en 3D. La herramienta ha sido implementada recientemente en el aeropuerto de Oslo, Noruega, donde la información que recopila es monitorizada por la policía local. La biometría ya es una realidad y los usuarios están dispuestos a abrazarla. Según la Encuesta Global de Pasajeros, publicada por la IATA, los pasajeros están buscando en las nuevas tecnologías una fórmula que mejore su experiencia de viaje.
“El uso del cuerpo humano como sistema de autentificación será la salvación para agilizar el movimiento de personas en las terminales aéreas”
De acuerdo con el sondeo, realizado entre 10.408 viajeros de 145 países, la mayoría (un 65%) está dispuesto a compartir sus datos personales para agilizar el tema de la seguridad, mientras que el 45% está a favor de sustituir sus pasaportes por un sistema de identificación biométrica. “A medida que nos movemos cada vez más hacia los procesos digitales, los pasajeros deben tener garantías de que sus datos personales están seguros”, asegura Nick Careen, vicepresidente senior de la IATA.
La biometría aplicada a la banca
Hoy en día, en otros sectores de la economía, la biometría es todo un éxito. Por ejemplo, los clientes de la banca española están familiarizados con esta tecnología. BBVA ha sido pionero con herramientas que ofrecen el servicio de Alta inmediata, por el que cualquier persona puede abrir una cuenta con el móvil y empezar a operar inmediatamente, simplemente haciéndose un selfie y atendiendo a una videollamada. BBVA además ha puesto a disposición la tecnología de escáner de iris de Samsung, Samsung Pass, que permite al usuario acceder a sus cuentas, de una manera rápida y sencilla, sin contraseñas y con la máxima seguridad.
Pero el banco ha ido más allá. BBVA y la startup Das Nano han creado Veridas, una empresa que se dedica a la investigación y el desarrollo de software para la verificación y autenticación digital de la identidad personal. Esta ‘startup’ ha sido la responsable del desarrollo de nuevas formas de pago mediante biometría que ya se están utilizando en la sede de BBVA en Madrid, donde los empleados pueden pagar en las cafeterías gracias al reconocimiento facial. BBVA también cuenta en su área de New Digital Businesses (NDB) con la fintech Covault, especializada en soluciones de seguridad e identidad digital tanto para particulares como para empresas. La biometría se vislumbra como una herramienta disruptiva y la clave para dar movilidad al mundo.
Es por eso que la IATA prepara un proyecto llamado One ID, que tiene como objetivo que los pasajeros puedan realizar todo su proceso de viaje con una sola prueba de identidad biométrica (huella digital, cara o iris). Pero la asociación aún está trabajando para establecer un marco de confianza que garantice el intercambio seguro de datos, el cumplimiento de la ley y la privacidad.