La biometría y los pagos NFC, las tecnologías favoritas de la banca europea
Los bancos apuestan claramente por la tecnología financiera, o ‘fintech’, para hacer frente a los nuevos competidores. Ya sean pequeñas ‘startups’ o los grandes de internet. Sin embargo, la aplicación de estas tecnologías por parte de las entidades financieras es más limitada de lo que parece. Por el momento, según un informe de la Autoridad Bancaria Europea (conocida como EBA, por sus siglas en inglés) la mayoría se centra fundamentalmente en dos vertientes: la biometría para la identificación y autenticación de clientes y el lanzamiento de sistemas de pago móvil con tecnología NFC.
La Autoridad Bancaria Europea (conocida como EBA, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe recientemente en el que analiza los riesgos y oportunidades de cinco tecnologías ‘fintech’ ‘para los bancos: la biometría, el ‘machine learning’, el asesoramiento automatizado, las tecnologías DLT y el pago móvil.
Sus conclusiones son claras: pese al lanzamiento de varias iniciativas basadas en estas tecnologías, su aplicación efectiva aún no es una realidad en muchos casos. La EBA distingue entre tres tipos de bancos: los “bancos aventajados”, con estrategias agresivas; los “seguidores”, que adoptan un enfoque de “esperar y ver”; y los pasivos “reacios a cambiar”, que se quedarán atrás.
La EBA identifica varias oportunidades que el ‘fintech’ supone para la banca, sobre todo en la experiencia de cliente. La tecnología financiera mejora, también, la competitividad de las entidades frente a los jugadores más innovadores.
Asimismo, menciona los riesgos operacionales que en ocasiones conllevan estas tecnologías. En este sentido, afirma que “el impacto real en el perfil de riesgo de las entidades dependerá significativamente de la tecnología que usen y su implementación, así como de los procesos y modelos de negocio adoptados alrededor de estas tecnologías”.
Riesgos y oportunidades de 5 tecnologías clave para la banca
El análisis de la EBA se centra en las siguientes tecnologías:
- Biométrica. La EBA analiza, concretamente, el uso de la huella dactilar para la autenticación del cliente en las aplicaciones de banca móvil. La mejora en la experiencia de usuario y la seguridad son factores que impulsan su adopción por parte de las entidades financieras, destaca el informe.
- ‘Machine learning’. Uno de los principales usos que la banca está dando a esta tecnología, señala la EBA, es la asignación de perfiles de riesgo de crédito para sus clientes. Como oportunidad, destaca que ayuda a mejorar la gestión del riesgo por parte de los bancos. En el otro lado de la balanza, puede dar lugar a problemas por el uso no autorizado de datos de clientes y protección del consumidor.
- Asesoramiento automatizado. Gracias a la combinación del uso de algoritmos, con el nicho de mercado que supone toda la clientela de la banca minorista sin acceso previo a asesoramiento financiero, la banca está explorando este área. La EBA destaca como oportunidades de los ‘robo-advisors’ la rapidez y calidad en el servicio que dan al cliente. Por contra, apunta a los riesgos que conlleva la dependencia de terceros y las lagunas legales al respecto, entre otros factores.
- Tecnologías DLT. LA EBA resalta las iniciativas y los pilotos llevados a cabo en la aplicación de estas tecnologías y el ‘blockchain’ para operaciones de comercio. En ellas, las tecnologías DLT ayudan a simplificar procesos burocráticos, como los contratos. También en este caso, la EBA señala la incertidumbre legal como uno de los factores que impiden que se use más ampliamente. Por otro lado, el informe apunta al uso de las tecnologías DLT para la identificación y verificación de clientes, que agiliza procesos, pero conlleva riesgos asociados de carácter legal y de privacidad de los clientes.
- Tecnología NFC para los pagos móviles. El principal beneficio de esta tecnología, una de las más adoptadas por los bancos, es la capacidad de ofrecer una forma de pago más conveniente a los clientes, señala la EBA. En su informe, asimismo, advierte de la dependencia de los fabricantes de dispositivos móviles.