Big Data: Los europeos confían más en los bancos que en los buscadores o las redes sociales
Sólo un 26% de los europeos cree que las empresas respetan la privacidad de sus datos personales, según desvela el estudio de Vodafone Institute, presentado durante el Foro Big Data: ¿oportunidades sin límite?, organizado conjuntamente con El País y Data Pop Alliance. Los europeos desconfían de cómo se tratan sus datos dentro de las organizaciones, pero entre las mejor valoradas destacan los bancos en los que confía un 36% de los encuestados, frente al 16% que confía en los buscadores o el 11% que confía en las redes sociales.
Los europeos vivimos en una contradicción cuando se habla del uso de los datos personales. Somos celosos de nuestra privacidad, lo que nos hace mirar con recelo al big data -- un 51% considera que tiene más desventajas que ventajas-- pero nuestro comportamiento online no refleja la desconfianza que expresamos, según el Vodafone Institute for Society and Communications
Así cedemos nuestros datos a pesar de la poca confianza que tenemos en las organizaciones, ya sean públicas o privadas, en cuanto al tratamiento de nuestra información personal.
Entre los que despiertan los mayores niveles de confianza están los proveedores de servicios (43%), las empresas para las que trabajamos (36%) y los bancos (36%).
En el lado opuesto, vemos a los buscadores, en quienes sólo confían un 16%; y las redes sociales, que tienen la confianza del 11% de los encuestados. Esto no ha impedido que Facebook supere los 1.600 millones de amigos ni que Google acumule 1.000 millones de cuentas de Gmail, por ejemplo.
A pesar de todo, no nos molestamos en tener más información sobre el uso de nuestros datos: un escaso 20% puede afirmar dónde y quién recopila y almacena sus datos personales y sólo un 12% dice que lee los términos y condiciones de uso de las aplicaciones o servicios que contratan. Y es más, el 40% admite que los acepta sin haberlos leíd
“Hay grandes contradicciones entre las opiniones de los ciudadanos y cómo actúan. Desde las empresas tenemos que ser más claros a la hora de comunicar cómo se usan los datos de los clientes, pero también se detecta una necesidad de formar y educar a los ciudadanos en datos”, comenta Marco Bressan, Chief Data Scientist de BBVA, quien participó en la jornada en la que se presentó este estudio.
Claridad y sencillez
La falta de claridad de los términos y condiciones de uso provoca que los europeos busquen la información sobre el tratamiento de sus datos en los medios de comunicación. El 34% se entera de lo que sucede con sus datos en las noticias y el 30% a través de Internet.
Pero los ciudadanos tienen una demanda clara al respecto. Mayoritariamente quieren más transparencia. El 68% de los europeos cree que se necesita usar un lenguaje sencillo y claro y unos términos y condiciones más cortos que se puedan entender. Esta demanda se eleva al 74% de los usuarios en España.
El 64% quiere más transparencia para saber cómo se recopilan esos datos y cómo se van a usar y el 56% pide que se evite la letra pequeña.
Datos a cambio de servicios
Por otro lado, gran parte de la población entiende que el acceso a sus datos es la forma de compensar a las empresas que les ofrecen sus servicios de manera gratuita. Al menos un 48% dice entenderlo así.
En España el 60% de los usuarios está de acuerdo con este intercambio, aunque parece que se trata de un acuerdo impuesto, pues si los ciudadanos tuviesen otras opciones, estarían dispuestos a utilizarlas.
Esto se deduce al comprobar que un 55% de los encuestados asegura que preferiría pagar por un servicio que permitir al proveedor usar algunos de sus datos personales para fines comerciales. España destaca en esta parte de la encuesta con un 66% dispuesto a pagar a cambio de proteger su privacidad.
Fin justificado
Pero cuando se interroga a los europeos sobre el uso de sus datos en aplicaciones concretas, hay un cambio radical de perspectiva. Los ciudadanos están dispuestos a renunciar a un poco de su intimidad cuando se trata del bien común o por una ventaja que consideren diferencial.
El 53% de los europeos afirma que no les importaría que usasen sus datos de manera no anonimizada si es para lograr mejorar su salud o de otros. El 55% cree que el gobierno debería tener acceso a los datos personales para mantener la seguridad del país. El 68% está a favor de instalar medidores de datos en los edificios residenciales para lograr uno sistemas de calefacción más ecológicos. El 55% permitiría registrar los movimientos de su coche para que los sistemas de navegación les facilitasen consejos personalizados sobre el tráfico.
España, más relajada
El estudio destaca que los españoles se muestran los más relajados respecto al uso que se hace de sus datos, mientras que los alemanes son a los que más le preocupa la privacidad de sus datos y el tratamiento que se hace de ellos
“Hace falta un debate sobre cómo los usuarios deben poder delimitar el uso de sus datos”, concluye Bressan, coincidiendo en que el estudio de Vodafone Institute abre los ojos frente a una cuestión que es básica a la hora de seguir avanzando en las tecnologías de big data: los ciudadanos necesitan una información más clara sobre cómo y para qué se están usando sus datos y, al mismo tiempo, hay que ofrecerles nuevas herramientas para controlar el uso de sus datos.