Besley, Persson y Tabellini ganan el Premio Fronteras por iluminar las conexiones entre la economía y la política
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas ha sido concedido en su decimoquinta edición a Timothy J. Besley (London School of Economics), Torsten Persson (Universidad de Estocolmo) y Guido Tabellini (Universidad Bocconi) por “iluminar las conexiones entre el mundo político y el económico” y haber “transformado el campo de la economía política”, según recoge el acta del jurado.
Los tres premiados, junto con el difunto Alberto Alesina (Universidad de Harvard), han utilizado herramientas tanto teóricas como empíricas para estudiar “por un lado cómo las instituciones y los procesos políticos configuran las políticas económicas y los resultados económicos y, por otro, cómo los factores económicos afectan a las instituciones políticas”, de manera que han contribuido de un modo decisivo a modelar el campo de la economía política moderna.
El jurado concluye que el trabajo de los profesores Besley, Persson y Tabellini “ha enriquecido la economía al establecer importantes conexiones entre esta y la política” y “ha originado una floreciente literatura en diversos ámbitos de las ciencias sociales”.
Un campo basado en la evidencia
La organización de los estados y sus estructuras institucionales en relación con las características socioeconómicas de sus ciudadanos ha sido objeto de análisis desde, al menos, mediados del siglo XVIII.
En las últimas décadas, con una abundancia de información mucho mayor, las dos principales innovaciones que ha introducido la nueva economía política modelada por los tres premiados son el uso de la evidencia empírica y de las técnicas y herramientas de la ciencia económica moderna. Sus investigaciones, ampliamente citadas por científicos sociales de todas las áreas, especialidades, países y escuelas, son la base de todo un nuevo campo de estudio: la Economía Política moderna.
Y en este campo en auge los premiados han destacado, según explica Mónica Martínez Bravo, profesora del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI) del Banco de España, “por su liderazgo al marcar e iluminar el camino a otros investigadores, proponiendo y desarrollando nuevos aspectos y enfoques en la relación entre política y economía. No se trata solo de entender el contexto sociopolítico para definir políticas públicas, ellos integran como pieza central del marco teórico la modelización del comportamiento de todos los agentes: ciudadanos, instituciones y organizaciones. Y después desarrollan test empíricos para contrastar estas teorías con la evidencia empírica”.
Guido Tabellini (Universidad Bocconi), Premio Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. - Fundación BBVA
Cada vez hay un mayor consenso sobre la importancia de la calidad institucional y su impacto en el desarrollo económico, así como de los potenciales efectos adversos de la desigualdad sobre el crecimiento. Estas ideas han sido incorporadas en los últimos 15 años en informes de organismos internacionales como los del Banco Mundial, lo que demuestra la influencia de la economía política moderna, dentro de la que los premiados destacan por la amplitud, calidad e impacto de sus publicaciones.
La primera ola de la nueva economía política
Las motivaciones personales de Tabellini y Persson coincidieron del mismo modo que sus carreras académicas, con estancias en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en 1989-1990. Ambos creían que el análisis tradicional se limitaba a mirar en una sola dirección: las consecuencias que las políticas públicas tienen sobre la economía real. Pero hacía falta ir un paso más allá: ¿cómo se forjan las propias políticas económicas? ¿cómo se eligen y cómo se relacionan con el entorno institucional en el que se determinan? Según afirma el profesor Persson, “en la primera ola de la revolución de la economía política, el detonante fue observar que es la combinación de las fuerzas políticas y económicas la que determina qué políticas se implementan en un estado concreto”.
Timothy J. Besley (London School of Economics), Premio Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. - Fundación BBVA
Así llegaron, en 1990, a escribir 'Macroeconomic Policy, Credibility and Politics', el que Persson considera la piedra angular de la economía política moderna, y comenzaron a impartir conferencias y cursos en los que desarrollaban sus ideas. En 2000 publicaron 'Political Economics. Explaining Economic Policy', manual de referencia en el área. Y cinco años más tarde, 'The Economic Effects of Constitutions' donde utilizaron largas series temporales de datos de varios países para estudiar los vínculos de determinadas características de las estructuras institucionales de los estados con políticas públicas de carácter económico, como el sistema fiscal, los mecanismos de redistribución de la renta o el suministro de bienes y servicios.
De la teoría a la constatación empírica
El campo evolucionó en esos estadios iniciales de manera paralela a la disciplina económica: de la teoría a la constatación empírica. “Muchos de los supuestos de la teoría de las expectativas racionales no son aplicables a las circunstancias reales”, detalla el profesor Tabellini, “y desde luego así es en economía política: para comprender cómo se forman las creencias, las opiniones y las decisiones es necesario incorporar nociones de la psicología, de la sociología, para comprender cómo nuestros sistemas de valores influencian, en gran medida, comportamientos como por ejemplo de qué manera votamos”.
En paralelo, Timothy Besley había comenzado a desarrollar su propia línea de investigación en la Universidad de Princeton, en parte influida por los trabajos de Persson y Tabellini: “En la primera etapa de mi investigación”, recuerda el catedrático de la LSE, “analicé el impacto de limitar los mandatos de los políticos. En algunos países los políticos tienen la obligación de retirarse, como por ejemplo los presidentes de EE.UU., que solo pueden ejercer su cargo durante dos mandatos. Así que [junto a Anne Case] analizamos el impacto de la limitación de mandatos sobre los incentivos, de tal manera que demostramos que cuando existe una limitación de mandatos, los políticos claramente no piensan en las consecuencias de sus políticas más allá de su mandato”. Una de esas consecuencias, demostró el estudio, era que el gasto y la deuda públicos aumentaban en mayor proporción.
Torsten Persson (Universidad de Estocolmo), Premio Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. - Fundación BBVA
Tres pilares de la prosperidad
Poco después, los tres galardonados formaron un grupo interdisciplinar de investigación que se reuniría dos o tres veces al año y comenzaron los trabajos conjuntos entre los profesores Besley y Persson. Uno de los más influyentes es Pillars of Prosperity (2011) en el que estudiaron los determinantes y las consecuencias de lo que definieron como Capacidad del Estado, “los tres pilares de la prosperidad”, en palabras del propio Besley, son: en primer lugar, el poder de recaudar impuestos; en segundo lugar, la capacidad de crear y hacer cumplir leyes y, en tercer lugar, la capacidad del Estado para gastar sus recursos de manera eficiente en políticas que mejoran las vidas de sus ciudadanos, ya sea a través de sistemas de salud, educación o infraestructuras.
Esos tres pilares, según su investigación, están íntimamente relacionados entre sí: “Si vas a mejorar las vidas de tus ciudadanos, por ejemplo con un sistema de salud, necesitas construir capacidad colectiva, y eso está vinculado con la capacidad de recaudar impuestos, porque los ciudadanos sólo están dispuestos a pagar tasas si lo que recauda el Estado con ese dinero se usa de manera inteligente, para mejorar sus vidas”. Así, no sólo los tres elementos están interrelacionados, sino que se refuerzan entre ellos. “La capacidad de recaudar impuestos no es un don de Dios que cae del cielo”, explica el profesor Persson, “Necesitas construir instituciones para lograr un sistema fiscal que funcione adecuadamente, no es suficiente con decidir que lo quieres llevar a cabo. Requiere de una acción intencionada para financiar al Estado. Por ello investigamos las circunstancias en las que un Estado tiene los incentivos adecuados para invertir de esta manera en su desarrollo”.